Un viaje muy especial.
Estos primeros días de septiembre han sido una fiesta para el Papa Francisco. Ha cumplido con creces su anhelo juvenil de ser misionero en oriente. Efectivamente estos días ha estado fuera de Roma y sus pasos lo llevaron a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Se trata de un viaje realmente extraordinario que queremos compartir contigo para que puedas seguirlo en los días que quedan.
Es el 45º viaje internacional, el más largo de su pontificado, con 12 días fuera de Italia. Pero lo singular no se queda ahí. Los parajes que va a visitar y la gente con la que se va a reunir son singulares y no sólo por la exuberancia sino por la riqueza cultural que ellos tienen para ofrecer a occidente. Su lejanía y ese siempre mirarnos a nosotros mismos nos impide ver al otro desde sus riquezas.
El Papa los visita con una agenda muy definida: vivir en armonía entre culturas diferentes y la protección al medio ambiente. Efectivamente en Indonesia nos encontramos con el mayor país musulmán del mundo, y que, a diferencia de otros lugares de minorías religiosas, todos son escuchados y valorados.
Pero, así como visitará Indonesia también estará en Timor Oriental, el lugar con mayor proporción de católicos del mundo después del Vaticano. Para finalmente estar en Singapur donde el budismo es la creencia seguida por la mayoría de los habitantes. Así la interculturalidad la vivirá a fondo en estos días en los que nos hablará de dialogo de comprensión, de escuchar al otro, pero por sobre todo de valorarlo en aquello que le es propio.
En sus primeras reuniones el Papa se ha visto alegre dejando atrás sus múltiples achaques que lo tienen en silla de ruedas, pero con un alma juvenil que disfruta del contacto con sus anfitriones. Ha insistido en la necesidad de ser personas que unen y de vivir con intensidad la fraternidad y la compasión.
También ha elogiado la labor de los catequistas. "La fe se transmite en casa. La fe se transmite en dialecto y los catequistas junto a las madres y las abuelas sacan adelante esta fe."
Y, el segundo aspecto de su viaje apostólico y del cual tiene mucho que decir, tiene relación con la geografía. Al ser estos países insulares están más afectos a inundaciones, lluvias torrenciales y problemas climáticos que -como el Papa Francisco suele señalar- afectan a los más pobres.
Por último, el Papa, que cree que la Iglesia tiene mucho que aprender de Oriente, se esforzará por animar a los católicos y misioneros locales a vivir su fe más intensamente.
No perdamos la oportunidad de seguirlo y escucharlo en este periplo en el que sin duda tendremos mucho que aprender.
M. Elena Fernández
Periodista Voces Católicas