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San Valentín, el amor y otros condimentos

Luis Rozas Mardones, psicólogo.

por Luis Rozas Mardones, psicólogo.

En la antigua Roma del siglo III D.C. -en esa época el cristianismo se extendía por todo el mundo-  el emperador Claudio II "El Gótico", promulgó una ley que prohibía casarse a los jóvenes, a fin de que pudieran alistarse en el ejército, disposición de todo injusta y mal recibida por el pueblo. Ante tal injusticia, un humilde sacerdote joven llamado Valentín, convencido de su actuar, decidió desafiar esta prohibición imperial y comenzó a celebrar matrimonios en secreto, entre enamorados.

No pasó mucho tiempo hasta que fue descubierto, arrestado y confinado a una mazmorra, durante su prisión, el sacerdote obró un milagro a la hija de su carcelero, devolviéndole la vista. Pero esto, no fue suficiente para lograr su libertad, siendo lapidado y decapitado el 14 de febrero del año 269  D.C, pasaron muchos años hasta que fue reconocido como Santo, hoy en su nombre y recuerdo de su obra, se conmemora esta fecha, como "el día de los enamorados".

El amor, que se invoca cada 14 de febrero, ha sido fuente de inspiración de canciones, poemas, libros, películas etc..., si te detienes y observas al espejo, hazte esta pregunta, ¿Qué es el amor para ti?. Si ya te lo respondiste en tu mente, es porque el sentimiento vive en ti y eso está muy bien, ahora podrás leer variados puntos de vista al respecto, en torno a la misma pregunta:

Para la ciencia, el amor es un proceso neurológico, que se origina en el cerebro, gracias a la interacción de distintas estructuras (hipotálamo, amígdala, núcleo accumbens, corteza cerebral y área tegmental frontal), añadiéndose además las hormonas llamadas oxitocina y casopresina.

Para un niño, un adolescente, un adulto o un anciano, puede tener muchas caras, pero principalmente percibirás ante él, un sentimiento honesto, puro y prolongado, que debe ser cultivado a diario, se podría escribir por horas, días o años, incluso toda la vida sobre el amor, pero sin duda alguna te llevará a una conexión emocional, física y espiritual, tan potente y singular, que te hará sentir tranquilo, pleno y realizado.

Desde otra mirada, el amor puede extinguirse y no con el desamor, sino que con "la decepción", si te toca vivir ese lado triste y oscuro, en el cierre de capítulo, ten muy abiertos tus sentidos, ya que el amor verdadero podría estar frente a ti, en lo simple y  te lo pueden demostrar con una caricia, un abrazo, un beso, una sonrisa, con un "te amo", "cuídate", "¿cómo estás?", "que te vaya bien", "¿llegaste sin problema?", "lo cociné para ti, sé que te gusta", pon atención a las señales y hazle caso a tu intuición de vez en cuando.

Mi visión de amor es superlativa, ya que al invocarlo hablo de la fuerza invisible que te mueve, que te permite levantarte mil veces, es abrir tu corazón sin dejar de ser tú, bucear tranquilo en la cautivadora mirada de la otra persona. El amor no es comida, pero alimenta más que todo el menú de un restaurant; el amor no tiene colores, pero es un pincel invisible que colorea los mejores momentos, el amor no es una herramienta ni un remedio, pero todo lo mejora; sin lugar a dudas, no existe un mejor estado, que estar llenito de amor. El amor hace el milagro transformando el sustantivo en verbo, y si a pesar de todo piensas que el amor no está contigo, no te sorprendas si al terminar esta lectura, descubres que se encuentra mucho más cerca de lo que imaginabas. ¡Que tengas un maravilloso día!

Luis Rozas Mardones

Psicólogo

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