"¿Están bien mis riñones?" Es la consigna establecida para este año por la reconocida campaña del Día Internacional del Riñón. El lema de este año es claro y preciso y nos orienta a lo más importante "la prevención", a detenernos un instante y verificar si presentamos algún factor de riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, la cual, de no ser detectada o tratada a tiempo, es decir en etapas tempranas, puede progresar a insuficiencia renal y requerir el uso de una terapia de sustitución renal como trasplante o diálisis, incrementando muy negativamente el riesgo cardiovascular. Es importante entonces mencionar que los principales factores de riesgo son la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad, patologías crónicas que se han visto incrementadas en las últimas décadas y, por tanto, amenazan con multiplicar el riesgo de presentar enfermedad renal crónica. Sin embargo, no debemos ignorar además la relevancia de los antecedentes familiares y de enfermedades en su mayoría autoinmunes como la vasculitis, el lupus eritematoso sistémico y la enfermedad de Berger principalmente, que pueden de igual forma afectar agresivamente a los glomérulos renales, responsables de la filtración urinaria.
En la actualidad, la enfermedad renal crónica se sitúa como la octava causa de muerte, y muy probablemente llegará a ser la quinta para el 2040. En nuestro país la prevalencia cercana al 10% no nos aleja de esa fatídica proyección. Lo anterior, representa un gran desafío para las autoridades y los equipos clínicos en su búsqueda por minimizar el alcance de la enfermedad y el deterioro de la calidad de vida de quienes la padecen o potencialmente pudiesen padecerla. En este escenario informar a las personas acerca de los principales factores de riesgo, es determinante al brindar la posibilidad de consultar y detectarla a tiempo, especialmente cuando a través de un sencillo examen de sangre (creatinina) o muestra de orina es posible orientar al diagnóstico. Lo siguiente será mantener controlados los factores de riesgo para prevenir el avance del daño renal y la manifestación de complicaciones asociadas. Un plan de alimentación nefro saludable personalizado, mantenerse activo y el manejo médico adecuado y oportuno, son intervenciones efectivas en el manejo de la enfermedad.
Finalmente, una simple pregunta hoy: "¿Están bien mis riñones?"
permitirá detectar a tiempo y proteger nuestra salud renal, ofreciendo oportunidades sin precedentes para prevenir o retrasar el avance de esta silenciosa enfermedad.
Mariel Lobos Farías
Grupo Innovación Prosalud UCSC