Un conductor afgano atropelló con su Mini Cooper blanco a una multitud que participaba en una manifestación sindical en el centro de Múnich, dejando al menos 30 heridos, varios de ellos en estado crítico. Las autoridades investigan si se trata de un atentado.
El atropello ocurrió en el marco de una protesta convocada por el sindicato Verdi, que había llamado a una huelga en la ciudad. Se estima que unas 2.500 personas estaban registradas para participar en la manifestación.
El incidente ocurrió en la intersección de Dachauerstrasse y Seidelstrasse, cerca de la estación central de trenes. En un contexto de alta seguridad debido a la Conferencia de Seguridad de Múnich, que reunirá a líderes internacionales como el vicepresidente estadounidense J. D. Vance y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
El lugar del incidente se encuentra a aproximadamente 1,5 kilómetros del evento.
El gobierno del canciller Olaf Scholz ha sido cuestionado por su manejo de la crisis migratoria, y el caso ha reavivado el debate en medio de las próximas elecciones legislativas del 23 de febrero.
Entre las víctimas hay niños, según confirmó el alcalde de Múnich, Dieter Reiter, quien expresó su conmoción por lo sucedido.
Equipos de rescate, incluidos helicópteros, acudieron al lugar para asistir a los heridos.
La policía ha pedido a la población evitar la zona y proporcionar información relevante sobre el incidente.
Las imágenes captadas por medios locales muestran una amplia zona acordonada, con gran presencia policial y objetos personales desparramados en el suelo.
Autoridades han desplegado un importante operativo para garantizar la seguridad en la ciudad en caso de atentados terroristas.