La cara opuesta de lo sucedido en la plaza de armas de Los Ángeles con los adherentes de Sebastián Piñera se vivió en el comando de Alejandro Guillier, ubicado en calle Dr. Cossio, muy cerca de la Universidad de Concepción, donde los rostros de confusión y pena se multiplicaron una vez conocidos los resultados oficiales del Servel que ratificaban como el nuevo presidente de Chile al ex mandatario del periodo 2010-2014.
El presidente distrital del Partido por la Democracia (PPD), Patricio Coronado, en medio del ambiente de frustración que se vivía en el lugar, accedió a conversar con La Tribuna, manifestando que la derrota de Guillier era “una tristeza para la democracia”.
“Hay que hacer una evaluación. Obviamente, no supimos leer el mensaje que transmitía la gente, sobre todo, los sectores de clase mdia. Esperamos que la continuidad de las reformas estructurales que hizo la Presidenta Bachelet tengan durabilidad en el tiempo, esperamos que el nuevo presidente no las modifique”, declaró.
Para el dirigente, las divisiones al interior de la Nueva Mayoría son la causante de la derrota sufrida a manos de Chile Vamos.
“(Es necesario) hacer una crítica a la Nueva Mayoría por estas divisiones que hubo, que, a las finales, en vez de abuenar las distintas visiones de cada partido, terminó por separarlas mucho más, lo cual fue percibido por la ciudadanía”, opinó.
Consultado por los pronósticos que auguraban una votación estrecha entre ambos candidatos -lo cual no se dio- Coronado reconoció que “nunca esperábamos casi 10 puntos arriba de nosotros a la derecha. Esto es un claro llamado en el sentido que la ciudadanía se quiso manifestar y nosotros no supimos entender el mensaje”.
El secretario provincial del Partido Comunista en Biobío, José Castro, también reconoció que no esperaba la distancia de casi 10 puntos que se produjo entre Piñera y Guillier en esta segunda vuelta presidencial.
“Lo que corresponde es hacer los análisis respectivos para poder revertir esta situación a futuro, tanto en lo electoral como en el trabajo social. Está claro que no pudimos hacer entender al pueblo de Chile que el proceso de reforma debía seguir en función”, apuntó.