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La directora ejecutiva y cofundadora de Fundación Multitudes, entidad que surge con el objetivo de disminuir las brechas entre la sociedad civil y los espacios de toma de decisiones, es actualmente integrante de la comisión contra de la Desinformación precisamente como representante de la ciudadanía.

En entrevista con Diario La Tribuna, ahonda sobre el rol de dicha comisión y entrega su mirada experta referente al fenómeno de la desinformación.  En esta instancia, y antes de la primera reunión, ella misma planteó la necesidad de clarificar que el trabajo de dicho comisión no abarcaría a los medios de comunicación, sino que preferentemente a las plataformas digitales (como las redes sociales), lo que finalmente terminó recalcándose por escrito en el acta de la sesión inaugural como punto central.

Paulina Ibarra, es bachiller en Comunicaciones y Ciencias Políticas de Marymount University y Magíster en Comunicaciones de Georgetown University; experta en  participación ciudadana, gobierno abierto y transparencia.  Durante su residencia en Estados Unidos, trabajó como Oficial de Comunicaciones del Banco Mundial y como asesora de Comunicación y Gobierno Abierto de la administración del Presidente Barack Obama.

¿Cómo surge la Fundación Multitudes y quienes la componen?

Fundación Multitudes nace en el año 2014 justamente al alero de la Ley del Lobby con la intención de cerrar o reducir la brecha entre la ciudadanía y los espacios de toma de decisiones. Y en definitiva esa es su misión. Tenemos un directorio de 11 miembros, son todos destacados profesionales, muchos de ellos miembros de la sociedad civil y también representantes de distintos ámbitos de la vida pública en Chile.

¿Cómo trabaja la fundación en el territorio nacional? ¿Existen nexos con la región de Biobío?

Nosotros en los territorios trabajamos a nivel de municipios, ayudando a las organizaciones de base, territoriales o funcionales, a los municipios, a trabajar en conjunto en procesos que ojalá conlleven un elemento de co-creación y de corresponsabilidad. En  Biobío, hace algunos años trabajamos justamente llevando a cabo instalación de conocimiento sobre gobierno abierto.

¿Qué te parece la instancia de Gobierno para abordar la desinformación y cómo defines tú está palabra?

Yo creo que como país tenemos que enfrentar el fenómeno de la desinformación y abrir este diálogo y un trabajo en conjunto con la sociedad civil, la academia y el sector privado, que está representado por lo menos a través de una agencia de fact-checking.

Entonces, es muy interesante la pregunta, porque a pesar de que es una palabra que hoy en día está comúnmente usada, desinformación, por lo general no se tiene claro lo que es, se confunde y además se cree que solo impacta a los medios de comunicación. Y el trabajo que va a hacer esta comisión justamente no está enfocada a los medios de comunicación, sino que en las plataformas de redes sociales. Y las plataformas de redes sociales son Twitter, Facebook, Instagram, el nuevo Threads y TikTok, en donde vemos que diseminan la desinformación sin ningún autocontrol o autorregulación.

Ahora, si tú te fijas, yo en ningún caso hablo de noticias falsas. Yo lo que hablo es de información falsa y yo creo que ahí está la gran disyuntiva, y en donde creo se están quedando un poco pegados los senadores y algunos miembros del Congreso y algunos representantes de medios y de otras instituciones.

¿Cómo entonces se combate la desinformación?

Hace algunos años un estudio del MIT puso justamente en tela de juicio el tema de la veracidad de la información -nuevamente, no de las noticias-, e indicaba que el contenido falso se disemina mucho más rápido que el contenido verificado, real, veraz, contextualizado. Entonces hay que tener en claro que son muchos elementos, que son muy complejos y que es muy difícil dar una solución única, y que por tanto tenemos que ver una serie de distintos elementos y factores que vienen a jugar al momento del combate a la desinformación.

Por ejemplo, si existen o no ciertos marcos legales desde los cuales se pueda trabajar, la protección de las personas de la violencia digital, o que existan programas educacionales para ofrecer herramientas, para que la gente use esas herramientas y pueda distinguir si la información que recibió, el contenido que recibió, es real o no. Uno no puede decirle a las personas esto es real o esto es falso, las personas tienen que decidir por su propia capacidad.

Creo que es importante trabajar con la academia haciendo reportes y estudios que puedan ayudar a un Estado, a un país, a combatir la desinformación.

¿Cuál es el rol de los medios de comunicación combatiendo la desinformación?

Los medios de comunicación acá son un tremendo aliado porque son masivos, los ven, los escuchan, los lee mucha gente. Entonces el proceso educacional que pueden llevar a cabo es extremadamente importante en el combate contra la desinformación. También es súper relevante que sigamos con los procesos de debida diligencia que se llevan en los medios de comunicación, ¿no? Confirmar las fuentes, confirmar el contenido, son mecanismos súper importantes al momento del apoyo que se necesita por parte de los medios de comunicación en el combate a la desinformación.

Acá los medios no son un enemigo, al contrario, los medios son un aliado, un aliado súper poderoso y que tiene que trabajar en conjunto también con múltiples otros actores en el combate a la desinformación, entendiendo también que son víctimas, ojo, los medios de comunicación y los periodistas en general son víctimas de desinformación, justamente con la intención de desacreditar su trabajo profesional, su calidad periodística y también los medios a los cuales representan. Entonces eso es fundamental entenderlo.