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Este suceso desató duras críticas de parlamentarios de oposición hacia el sistema penitenciario y las políticas de seguridad del Gobierno.
El diputado de la UDI, Henry Leal, no dudó en apuntar directamente al ministro de Justicia, señalando que "ha reiterado que tiene el control sobre las cárceles... le queremos decir que está equivocado completamente. Si al interior están decapitando personas, eso significa que hay un descontrol absoluto".
Por su parte, el senador de Demócratas, Matías Walker, calificó el hecho como un macabro recordatorio de la necesidad de establecer un sistema de cumplimiento diferenciado de condenas.
En tanto, el diputado del Partido Social Cristiano Roberto Arroyo, representante de la región del Bío Bío, anunció que oficiará a la Dirección Nacional de Gendarmería para exigir un informe sobre las falencias del sistema penitenciario y su comunicación al Ministerio de Justicia. Además, recalcó que este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer Gendarmería como el eslabón más débil en la lucha contra el crimen organizado.
La diputada independiente Karen Medina también se sumó a las críticas, enfocándose en los problemas estructurales del sistema. "Sabemos de la sobrepoblación carcelaria y el déficit de construcción de nuevas cárceles. Cada día hay más población delincuente y menos apoyo en reinserción social. Ese es el cuello de botella", enfatizó.
Medina llamó al Ejecutivo a priorizar inversiones y estrategias para solucionar estas problemáticas: "El Presidente debe abordar esto, y es necesario que las regiones, a través de sus autoridades, propongan soluciones concretas".
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