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El 11 de octubre de 2022 el Ministerio de Salud (Minsal) de Chile inició la campaña de vacunación bivalente gratuita contra el Covid-19. Esto gracias a la adquisición de la vacuna Pfizer-Bivalente que protege contra la cepa original notificada por primera vez en la ciudad china de Wuhan y las subvariantes de Ómicron, que de acuerdo con el Minsal son las de circulación predominante.
Actualmente la campaña está enfocada en los denominados grupos objetivos, los cuales consideran a personas de 50 años o más, personal de salud y personas inmunosuprimidas a partir de los 12 años con alguno de los siguientes diagnósticos: Enfermedad autoinmune de tratamiento biológico, de pequeñas moléculas y corticoides; paciente con trasplante órgano sólido; paciente con trasplante de precursores hematopoyéticos; paciente con cáncer en tratamiento; paciente en diálisis.
A su vez, el operativo también se enfoca en grupos priorizados como, por ejemplo, personas con discapacidad severa y profunda, cuidadores de pacientes con dependencia, personal de fuerza de orden y seguridad, personas que ejercen funciones en establecimientos de educación, personas privadas de libertad, personal de laboratorio, personas que ejercen funciones en sala cuna y jardines infantiles, entre otros.
De acuerdo con el informe semanal que entrega el Departamento de Estadística en Información de Salud (DEIS) del Minsal, hasta el 7 de marzo se administraron 2.170.304 dosis de la vacuna bivalente, lo que corresponde al 26,07 % de cobertura de la población objetivo estimada en 8.325.856 personas.
Dentro del documento se detalla que: “Del total de dosis administradas, 188.303 corresponde a personal de salud menores de 50 años (49,43% de cobertura); 155.592 a personas con enfermedades crónicas menores de 50 años (14,72% de cobertura); 380.821 a personas entre 50 y 59 años (16,55% de cobertura); 602.927 a personas entre 60 y 69 años (34,81% de cobertura); 500.768 a personas de 70 a 79 años (50,74%); 264.251 a personas de 80 años y más (52,89% de cobertura); y 77.642 a personas de otros grupos priorizados menores de 50 años (5,67% de cobertura)”.
A pesar de que las cifras de contagios actuales están lejos de lo que fueron los periodos más críticos de la pandemia, esta nueva normalidad viene de la mano con recomendaciones por parte de las autoridades que buscan evitar una nueva expansión descontrolada de la enfermedad.
En ese sentido, y a pesar de que dejó de ser obligatoria fuera de los recintos de salud, la mascarilla o cubreboca sigue siendo una de las principales herramientas para evitar contagios tanto de coronavirus, como de otras enfermedades respiratorias que siguen circulando por el ambiente, ya que estas limitan la emisión de gotitas que se generan al toser, estornudar, cantar o hablar.
Por su parte, el lavado de manos fuera de quedar en el pasado sigue siendo una de las más importantes medidas de prevención. Los expertos han señalado que “las manos transportan microorganismos infecciosos que podrían contagiarnos”, por lo mismo es vital lavar las manos con agua y jabón cada vez que entren contacto con un elemento no higienizado para disminuir el contagio, en especial luego de llegar de la calle al hogar.
Por último, también se sugiere, en el contexto del retorno a la presencialidad laboral y educacional, la ventilación de los espacios cerrados permitiendo el ingreso de aire fresco a través de puertas y ventanas. De esta forma se sanitiza una de las vías de contagio como lo es el aire cuando posee partículas de coronavirus en suspensión.
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