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La Tribuna

15 mil trabajadores de la salud podrían perder sus trabajos con el fin de la emergencia por Covid

por Nicolás M.

Lo expresado por el presidente de la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud da cuenta de una realidad que se podría ver el próximo 31 de agosto de 2023.

Trabajadores de la salud / Pexels

El 03 de marzo de 2020 atravesó las fronteras chilenas el Covid-19, un entonces desconocido virus originado en la ciudad china de Wuhan que se diseminó rápidamente por los países del mundo. Esta enfermedad, catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia, cambió las rutinas y estilos de vida de las personas quienes debieron afrontar la denominada nueva realidad.

Dentro de las nuevas concepciones nacieron las recordadas cuarentenas, una medida de restricción que impedía la libre circulación de personas en cada una de las regiones del país, todo esto con el fin de reducir los masivos contagios de la enfermedad que, en muchos casos, terminaban por ser fatales.

Las cuarentenas nacieron de la mano de la implementación del denominado Plan Paso a Paso durante el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera. La implementación de esta estrategia, a cargo del Ministerio de Salud (Minsal), consideraba cinco clasificaciones específicas para cada comuna del país en relación con los índices de circulación del SARS-CoV-2, siendo estas: Cuarentena, Transición, Preparación, Apertura inicial y Apertura avanzada.

Cada una de las fases o ‘pasos’ del plan consideraba sus propias restricciones, entre las más destacadas se encontraban los límites de aforos, donde los establecimientos de distinta índole debían mantener un cierto número de personas en su interior. Cabe señalar que la capacidad máxima variaba en recintos que tuvieran espacios ventilados como, por ejemplo, los restaurantes, donde se popularizó el uso de terrazas para evitar dejar comensales esperando.

Otra de las medidas de prevención de contagios que se ha vuelto casi intrínseca al hablar de pandemia es el uso de mascarilla, que si bien en la actualidad está sometido de forma obligatoria solo a los recintos de salud, en un principio fue parte de la vestimenta diaria. Esta herramienta, sin duda, fue una de las más efectivas a la hora de prevenir contagios, no solo de Covid-19, sino de otras enfermedades respiratorias. Tan solo basta con analizar las cifras de pacientes con Virus Respiratorio Sincicial (VRS) o Influenza las cuales llegaron a mínimos históricos, una realidad totalmente contraria a lo visto en la actualidad.

DEJANDO ATRÁS A LA PANDEMIA

Durante el periodo más álgido de la pandemia de coronavirus, sin duda, los trabajadores de la salud se volvieron protagonistas de la lucha por evitar más muertes. Sin embargo, la sobredemanda de pacientes contagiados obligó a implementar medidas como el refuerzo de los servicios de salud con el fin de que la llamada ‘primera línea contra el Covid’ no flaqueara.

En la actualidad las cosas han cambiado y es que las personas ya conviven con el coronavirus, el cual pasó a la lista de enfermedades respiratorias en circulación habitual. En ese contexto, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados comenzó la discusión en torno al fin de los servicios de refuerzo por Covid-19 y las consecuencias sanitarias de prescindir de sus servicios.

En la instancia, el presidente de la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud, Aldo Santibáñez, manifestó su preocupación y la de sus representados ante la desvinculación que se va a ejecutar el 31 de agosto de 2023, fecha en que debería concluir el estado de emergencia sanitaria por Covid-19. En palabras de Santibáñez: "Hasta el día de hoy, no tenemos certeza qué va a ocurrir con ellos", manifestó en alusión a los cerca de 15 mil trabajadores que, actualmente, están realizando servicios de refuerzo en establecimientos de salud.

A los anteriores argumentos, el presidente de la Confederación sumó que "la pandemia vino a develar que, en materia de salud pública, faltan profesionales (...) Hoy, existen unidades de rehabilitación física y laboratorios que son atendidos por honorarios Covid. Cuando el 31 de agosto se termine esta inversión, la salud pública va a quedar en nada".

Finalmente, es importante señalar que el término de servicios de refuerzo por Covid y las posteriores estrategias a implementar seguirán en debate por parte de los integrantes de la Cámara de Diputadas y Diputados, por lo que, en los próximos días se deberían conocer nuevas directrices en materia de salud.

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