Salud

Advierten de las consecuencias por el consumo excesivo de dulces en Halloween

Aunque parezca impensado, existen ciertos componentes que pueden desencadenar, de forma indirecta, problemas como "una crisis o emergencia hipertensiva, una cetoacidosis diabética o incluso el desarrollo de un infarto".

Halloween, Unsplash
Halloween / FUENTE: Unsplash

Hoy en distintos países del mundo se celebra Halloween, una fiesta extranjera que con los años se ha ido posicionando con fuerza en el territorio nacional. Esto producto del gran atractivo que representa para los niños la fantasía de utilizar disfraces de sus personajes favoritos, además de salir a pedir golosinas gratis por el barrio.

No obstante, más allá de los disfraces, los distintos tipos de dulces preocupan a los expertos quienes concentran su atención en esta fecha particular por el aumento en la venta y publicidad de los mismos en los centros de comercio. Según explica Zulma Huanca, jefa de la Carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Tarapacá, "son calorías vacías que no tienen nutrientes".

Por lo mismo, especialistas como Yael Toporowicz, nutricionista de IntegraMédica, plantean que "no es bueno excederse con el azúcar en un corto período. Primero, puede provocar hiperactividad y un aumento excesivo de la energía, generando solo deseos de comer dulces. Asimismo, hará que se desplace el horario habitual de sueño, provocando que los niños descansen menos y despierten más irritables. Por otro lado, si un niño come muchos dulces, seguramente no querrá cenar de manera normal, relegando el consumo de alimentos saludables".

IMPACTO EN LA SALUD BUCAL

La higiene bucal y sus buenos hábitos son parte fundamental en las primeras etapas de vida de las personas, ya que sin recomendaciones óptimas, a futuro, la dentadura de los niños puede tener consecuencias negativas. En ese sentido, los profesionales concuerdan en la importancia de estar atentos a este tipo de fechas donde las golosinas aumentan, tanto en circulación como en alcance.

De acuerdo con Constanza Tegtmeier, odontopediatra de IntegraMédica, "el azúcar es utilizada por las bacterias que habitan en la boca, ayudándoles a sobrevivir, multiplicarse y liberar ácidos que producen la desmineralización de los dientes, lo que puede generar lesiones de caries. Una alta ingesta de dulces en un solo día o momento, tanto en niños como en adultos, es perjudicial desde muchos puntos de vista, ya que genera un desbalance agudo en la cavidad oral, que favorece el metabolismo de estas bacterias".

Algunas consideraciones que plantea Tegmteier van de la mano con vigilar qué dulces consumen los niños, priorizando los "menos dañinos", como, por ejemplo, chocolates, malvas, galletas o queques, evitando caramelos duros, turrones y calugas, que se adhieren mucho más a los dientes y son difíciles de sacar con el cepillado. A su vez, es importante moderar la cantidad de consumo: "Se aconseja que niños menores de dos años no consuman azúcar y que entre los dos y cuatro años sea lo mínimo posible".

"Ese día, al igual que todos, es muy importante acostarse con los dientes muy bien lavados con cepillo y pasta fluorada, idealmente también hilo dental si los dientes y/o muelas contactan entre ellos. El cepillado debe ser asistido por los padres hasta que sepan escribir bien solos", complementa la especialista.

OJO CON LOS COLORANTES

Además del naranjo, existe un color predominante entre las preparaciones temáticas de Halloween: El negro. Sin embargo, para Francisco Álvarez, académico de Química y Farmacia de la UNAB, la presencia de este agregado debe ser un llamado de atención para un cierto grupo de la población.

Según el profesional, "se ha observado que cada vez usan más el carbón activado como componente principal en el colorante para que la comida de Halloween tenga un aspecto negro (...) El carbón activado se ha usado muchas veces con fines terapéuticos asociados a malestares gastrointestinales como antiséptico de las vías intestinales y también es utilizado en la intoxicación por medicamentos y otras sustancias tóxicas, disminuyendo la absorción del tóxico, y evitando que se alcancen niveles nocivos para el organismo".

"El problema que se produce es que disminuye la absorción de medicamentos que se están tomando por vía oral, o sea puede disminuir la efectividad del tratamiento de personas, por ejemplo, con enfermedades crónicas como hipertensos, diabéticos o que tengan el colesterol alto. Este problema puede llevar a que por comer algo que se ve entretenido o rico, puede terminar en una tragedia, como hospitalización a causa de que sus medicamentos no le hacen efectos y se produzca una crisis o emergencia hipertensiva, una cetoacidosis diabética o incluso el desarrollo de un infarto", advierte Álvarez.

"Por tanto, antes de comer comida de color negro, hay que preguntar o chequear que el componente no sea carbón activado para evitar problemas sobre todo si usted usa medicamentos de forma crónica por vía oral", concluye el académico.

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