Es la historia de una madre que busca desesperadamente a su hijo. Aunque sean sus osamentas. Y que no se va a detener a conseguirlo. Es la historia de Rosa Sandoval que, como ya se ha contado en ocasiones anteriores, está tratando de encontrar a José Luis Rivera Sandoval, su hijo menor.
El último rastro de él se remonta a un lejano 13 de julio de 2022 (hace casi dos años), cuando José Luis Rivera, un estudiante que estaba terminando la carrera de contador auditor, se bajó en el puente Riñico, una zona rural situada al norte de Huépil (comuna de Tucapel), después de abordar un bus de pasajeros en el terminal de buses rurales en los Ángeles. Después, nunca más se supo de José Luis, no hubo pista alguna.
Los numerosos grupos de búsqueda de las primeras semanas, incluidos efectivos policiales expertos en búsqueda de persona, poco a poco fueron mermando con el correr del tiempo.
Ahora es ella, Rosita Sandoval, quien lo hace en solitario. "Sigo tu búsqueda, hijo. No me voy a detener", señala en uno de los videos subidos en sus redes sociales.
Pese al frío, la humedad, la espesura de los bosques y a los cursos de agua cuyo caudal aumentó de manera importante por las lluvias de los últimos días, ella se ha internado a diario en esos parajes casi inexplorados para encontrar algún vestigio de José Luis. No hay voluntad más grande en la vida que una madre buscando a su hijo. Ella es ese ejemplo.
Según relató a La Tribuna, consiguió hospedaje con unos vecinos de Huépil y cada mañana, hace ya varios días, parte hacia la zona donde se sabe que su hijo fue visto por última vez, y emprende su búsqueda. En solitario. Como lo viene haciendo cuando ya decreció el interés.
A diferencia de las primeras operaciones de búsqueda, ahora no está recorriendo la zona al oriente del camino público. Optó por la
Aprovechó la ocasión para reclamar contra el Ministerio Público. Acusó que cuando conversó con el fiscal jefe, Jorge Sandoval, se le habría dicho que ya quedarían muy poquitos restos de José Luis: "En fiscalía la última vez fue una burla. La respuesta es que del cuerpo ya es poco lo que debe quedar. ¡Cómo una persona educada puede decir eso! Por eso sé que tengo que encontrar mi niñito sola".
Ella no solo ha hurgado en esas tierras lejanas. También ha protagonizado protestas en varios lugares como el municipio, en la Fiscalía Local de Los Ángeles y en plena plaza de armas de la ciudad para tratar de sensibilizar a las autoridades. Clama por ayuda para encontrarlo.