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La meningitis es una enfermedad considerada de gravedad, la cual provoca una inflamación en los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal. Hay varias especies de bacterias, virus, hongos y parásitos que pueden originar una infección, la mayoría transmitida de persona a persona.
En conversación con el diario, la Dra. Ximena Pizarro, neuróloga de Clínica Universidad de los Andes, sintetiza esta afección: "Es una inflamación que muchas veces se origina por una infección de las meninges del cerebro, que son las capas que recubren el cerebro".
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), hay cuatro bacterias principales que causan meningitis: Neisseria meningitidis (meningococo), Streptococcus pneumoniae (neumococo), Haemophilus influenzae y la Streptococcus agalactiae (estreptococo del grupo B).
La misma entidad señala que "estas bacterias causan más de la mitad de las defunciones por meningitis en el mundo y pueden dar lugar a otros problemas, como la septicemia y la neumonía".
PANORAMA NACIONAL
En el caso del territorio nacional, según el Ministerio de Salud, la enfermedad meningocócica (EM), causada por el agente bacteriano Neisseria meningitidis, se caracteriza por un cuadro agudo, de aparición repentina y que es considerada como una urgencia médica.
A su vez, "la meningococcemia o septicemia por meningococo, es la forma más grave de infección y se caracteriza por presentar erupción petequial, hipotensión arterial, coagulación intravascular diseminada e insuficiencia de varios órganos, pudiendo llevar a la muerte".
Por su parte, la Dra. Pizarro plantea que "en el caso de Chile esta varía por edades, nuestro país tiene una buena red de prevención de riesgo de infecciones gracias a herramientas como la vacunación. Entonces en general está bien controlado, pero depende de las edades, se suele ver predominantemente en niños y en ancianos. No hay edades en que no se pueda, ya que es una patología que le puede ocurrir a cualquier persona a cualquier edad".
Al hablar del grupo más afectado, las autoridades señalan que la enfermedad se presenta principalmente en niños, especialmente en menores de un año y adultos jóvenes, siendo más frecuente en hombres: "En épocas pasadas, la letalidad era superior al 50 %, la cual ha disminuido en la actualidad con el uso de antibióticos, la atención de unidades de cuidados intensivos y la utilización de mejores medidas de sostén; sin embargo, aún se mantiene alta, llegando a alcanzar un 15 % o más. Además, entre un 10 a un 20 % de los casos que sobreviven, sufren secuelas a largo plazo, como discapacidad intelectual y pérdida de la audición o de la función de algunas extremidades", da cuenta la autoridad sanitaria.
SÍNTOMAS DE ALERTA
Como toda enfermedad infecciosa, hay riesgos asociados como, por ejemplo, en los casos en que el paciente no esté vacunado o en pacientes con algún tipo de inmunosupresión: "La gravedad de los cuadros suele depender del origen de la infección, por ejemplo, en niños lo más frecuente es que sea por virus y en general son hospitalizados para observación. Por el contrario, entre los adultos es mucho más frecuente una infección por bacterias, lo que puede ser más grave", comenta la especialista de Clínica Universidad de los Andes.
Por un lado, al hablar de la sintomatología, la Dra. Pizarro refiere que el "dolor de cabeza y fiebre son los síntomas de alerta, sobre todo cuando no se ha determinado la causa. Es un dolor de cabeza bastante intenso, permanente y opresivo, que no cede con los fármacos y que aumenta al hacer fuerza".
Por otro lado, se menciona que "el tratamiento principal es con antibióticos endovenosos en altas dosis. Existen tratamientos sobreagregados que varían dependiendo del origen de la meningitis, bacteriana o viral, pero igual siempre es un tratamiento hospitalizado".
UN MENSAJE A LA COMUNIDAD
A juicio de la profesional de la salud, "al hablar de meningitis lo más importante es la educación de los pacientes, el principal factor de riesgo es que no acudan a los servicios de urgencia a tiempo. Es importante reconocer los síntomas, porque cuando llegan pacientes con más de una semana de infección es mucho más difícil el tratamiento y mucho más grave el cuadro".
Además, "en las infecciones más graves existe el riesgo de tener algún daño neurológico permanente, que va desde tener sordera hasta incluso llegar a tener problemas de movilidad o de coordinación, y lo más grave es la muerte del paciente".
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