El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) publicó una investigación pionera denominada "Diagnóstico del mercado de cigarrillos electrónicos y vapeadores en Chile". A través de este estudio, la entidad entregó una visión del actual panorama nacional en relación con el consumo de estos aparatos, popularizados entre los adolescentes, incluyendo menores de edad.
Una situación de la que los legisladores han intentado hacerse cargo mediante el proyecto de ley que regula la venta, publicidad y consumo de cigarrillos electrónicos, además de prohibir su venta a menores de edad, pero que aún no es promulgado a pesar de que ingresó al Senado oficialmente en mayo de 2019.
Es decir, en la actualidad la Ley N°19.419 que regula las actividades relacionadas con el tabaco, no considera a los SEAN (Sistema electrónico de administración de nicotina) y SESN (Sistema electrónico sin nicotina), como productos del tabaco, por lo que pueden ser comercializados a menores.
Sin ir muy lejos, cualquier persona puede realizar el ejercicio de buscar a través de Internet páginas nacionales de venta, algunas mencionadas en el estudio realizado por Sernac, y comprobar que la adquisición de este tipo de productos no presenta ninguna restricción o filtro con sus compradores.
¿QUÉ SON LOS VAPER?
Los cigarrillos electrónicos son aparatos utilizados para la inhalación de vapor que cuentan con un pequeño depósito provisto de líquido con o sin nicotina, además de otras sustancias como propilenglicol, glicerina, saborizantes, entre otros. Los usuarios, mediante un sistema electrónico, vaporizan la mezcla para luego ser inhalada y expulsada desde los pulmones.
En conversación con el equipo de prensa, el Dr. Cristián Deza, broncopulmonar e integrante del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes, señaló que "todos estos dispositivos son potencialmente tóxicos, sobre todo para las vías respiratorias y los pulmones".
Estos dispositivos alcanzaron su popularidad de la mano de su gran variedad de ‘sabores’ y también al ser conocidos como una alternativa al cigarrillo tradicional. En este punto, el Dr. Deza fue tajante: "Hay una gran variedad de dispositivos, algunos son más adictivos o más tóxicos que otros, pero en general no se recomiendan como método, por ejemplo, para dejar de fumar".
UN CAMINO HACIA EL CIGARRO TRADICIONAL
De acuerdo con el entrevistado, "la mayoría de estos dispositivos electrónicos tienen líquidos que al calentarse generan sustancias tóxicas para los bronquios y los pulmones y, además, muchos de ellos tienen nicotina, la cual es una sustancia que provoca adicción. Entonces se ha demostrado que muchos jóvenes que utilizan estos dispositivos con nicotina, finalmente terminan fumando cigarros de tabaco tradicionales".
A pesar de que se consideran como una invención relativamente reciente, la comunidad médica ya guarda nociones de las consecuencias que pueden tener para los usuarios frecuentes.
"Son irritantes de las vías respiratorias y la gente que utiliza estos dispositivos tiene más riesgo de tener infecciones bronquiales y/o neumonía, incluso ha habido casos de pacientes jóvenes que utilizan dispositivos con derivados de cannabis y que han hecho cuadros agudos de inflamación pulmonar que han requerido manejo en la Unidad de Cuidados intensivo y conexión a ventilación mecánica", comentó el médico broncopulmonar.
EVALI EN CHILE
Al ser consultado por el proyecto de ley que busca prohibir la comercialización de cigarrillos electrónicos a menores de edad, el profesional planteó que "en Chile debiera haber una legislación mucho más restrictiva con estos dispositivos porque cada vez se ha demostrado que no son inocuos y son bastante tóxicos".
De esta forma, el Dr. Deza profundizó en algunas de las consecuencias más estudiadas: "Estos productos tienen riesgos a corto plazo como el cuadro Evali, que es una sigla en inglés para describir la injuria pulmonar aguda inducida por cigarro electrónico (...) Ha habido decenas de casos en Estados Unidos y en Chile también hubo un par de personas afectadas este año, especialmente, entre quienes utilizan los dispositivos que tienen derivados de cannabinoides".
"A más largo plazo estos dispositivos han demostrado aumentar el riesgo de infecciones como neumonía y bronquitis (...) Se está investigando el posible rol que puedan tener en un aumento del riesgo de cáncer, lo que no se ha demostrado, probablemente, porque estos dispositivos se usan hace poco tiempo", aseveró el broncopulmonar e integrante del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes.