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La Tribuna

¿Qué causa la Fatiga Crónica? Expertas analizan sus posibles orígenes y tratamientos

por María José Villagran Barra

Se trata de un trastorno caracterizado por una fatiga extrema y persistente que no se alivia con el descanso y que dura al menos seis meses.

El síndrome de fatiga crónica afecta –aproximadamente- a un 0,8% de la población. / freepik.es

El cansancio normal, también conocido como fatiga, se define como una sensación de agotamiento o falta de energía que puede ser el resultado de diversas causas, y es una respuesta natural del cuerpo a situaciones como el esfuerzo físico, el estrés emocional, la falta de sueño o el aburrimiento.

El síndrome de fatiga crónica (SFC), también conocido como encefalomielitis miálgica, "es un trastorno caracterizado por una fatiga extrema y persistente que no se alivia con el descanso y que dura al menos seis meses. Esta fatiga es lo suficientemente intensa como para dificultar las actividades diarias y puede empeorar con el esfuerzo físico o mental", explicó la académica de la carrera de Enfermería de la Universidad San Sebastián, Rocío Zúñiga.

Asimismo, detalló que -en estos casos- la persona presenta de forma crónica y recurrente a la fatiga cuatro o más síntomas como trastornos de concentración o memoria; dolor al tragar; dolor muscular; cefalea de inicio reciente o de características diferentes a la habitual o sueño no reparador, entre otros.

"El síndrome de fatiga crónica y el cansancio normal son dos condiciones distintas que se diferencian principalmente en su duración. El cansancio normal o fatiga es temporal, mientras que el SFC tiene una duración mínima de seis meses para su diagnóstico".

Académica de la carrera de Enfermería de la Universidad San Sebastián, Rocío Zúñiga.

De igual forma, explicó que una persona con cansancio puede realizar actividades con esfuerzo pero en el caso de    quienes padecen SFC es incapacitante; además, el impacto que ambas pueden producir en la vida de las personas también es distinto.

"Aunque puede ser incómodo, generalmente el cansancio normal no interfiere significativamente con la vida diaria, mientras que el SFC resulta en una disminución notable en la calidad de vida, limitando las actividades laborales, sociales y personales", sostuvo la académica de la Universidad de San Sebastián.

¿QUÉ CAUSA EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA?

El síndrome de fatiga crónica tiene una causa desconocida, aunque se sugiere que podría tener múltiples orígenes que incluyen predisposiciones genéticas, infecciones, toxinas, factores emocionales y físicos.

"Aunque se han planteado infecciones como el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, la bacteria de la enfermedad de Lyme y la levadura Candida, investigaciones recientes indican que no son responsables del SFC", explicó Zúñiga.

De igual manera, agregó que -en algunos casos- el SFC parece desarrollarse después de infecciones como el COVID-19; sin embargo, "los datos sobre su relación aún son limitados, por lo que se requieren más estudios. También se considera que puede haber una desregulación del sistema inmunitario, aunque no se han identificado anomalías específicas ni un mayor riesgo de infecciones en las personas con SFC", detalló la académica de la carrera de Enfermería.

Aunque no se han encontrado pruebas de anomalías hormonales o trastornos mentales como causa del síndrome, estudios sugieren que factores genéticos y ambientales podrían jugar un papel importante.

Esto, porque el síndrome de fatiga crónica es más común en algunas familias, lo que podría indicar una predisposición genética o una respuesta similar a factores ambientales.

LOS SÍNTOMAS DE LA FATIGA CRÓNICA

La fatiga persistente es el principal síntoma del síndrome de fatiga crónica, el cual aparece -generalmente- de forma repentina después de una infección respiratoria o mononucleosis, por ejemplo.

"A pesar de la mejora de la enfermedad inicial, la fatiga continúa y se acompaña de otros síntomas como dolor de garganta, problemas de memoria, dificultad para dormir, ganglios linfáticos sensibles, dolores musculares y fiebre baja. La actividad física empeora los síntomas, y las personas afectadas suelen haber sido previamente muy activas, sin antecedentes de problemas de salud graves", detalló la profesional de la salud.

Asimismo, detalló que la naturaleza crónica de los síntomas, su variabilidad y la falta de una causa clara dificultan el diagnóstico y manejo, lo que puede llevar a que los demás duden de la enfermedad, generando frustración y depresión en los pacientes.

¿QUIÉNES PUEDEN PADECER DE ESTE SÍNDROME?

Dentro de las características de la fatiga crónica se encuentra la persistencia, ya sea continua o intermitente, por más de seis meses.

La académica de la carrera de Enfermería de la Universidad San Sebastián, Pía Bustamante, detalló que este síndrome afecta -aproximadamente, a un 0,8% de la población y las edades de quienes se ven mayormente afectadas por el mismo fluctúan entre los 20 y los 40 años, con una prevalencia mayor en mujeres que en hombres.

Como es un síndrome crónico y persistente, generando -con el tiempo- una invalidez funcional, lo que se hace es "tratar mayormente los síntomas mediante un tratamiento farmacológico; también se requiere, en muchos casos, terapia cognitivo conductual y ejercicio físico continuo y progresivo, todo ello con profesionales idóneos y ojalá con experiencia con pacientes con este síndrome", explicó Bustamante.

Al no existir estudios que evidencien la causa de su origen con certeza, probablemente se trata de un síndrome que no es prevenible en su totalidad.

Respecto a ello, "siempre ayudará prevenir infecciones virales y obviamente habría que tomar los resguardos generales como una alimentación saludable, un buen manejo del estrés, realizar actividad física, evitar la exposición prolongada a pantallas, dedicar tiempo a actividades recreativas, mantener una buena higiene del sueño, entre otras recomendaciones", sostuvo Bustamante.

De igual forma, la académica enfatizó en que -ojalá- en la mayoría de estas acciones el paciente pudiera apoyarse y acompañarse por un profesional idóneo, de manera que sea personalizado.

El síndrome de fatiga crónica impacta en las actividades diarias de quien lo padece, generando pérdida de su funcionalidad. En este sentido, "el paciente intenta descansar y no es efectivo, no pudiendo hacer actividades que antes realizaba sin problemas. Cuando esto ocurre, es necesario visitar un médico, quien realizará una evaluación pero, sobre todo, un diagnóstico diferencial; es decir, evaluar si hay alguna otra enfermedad que pudiese estar generando los síntomas, como por ejemplo una anemia, insuficiencia suprarrenal, miastenia, fibromialgia, entre otras. Es importante pedir ayuda en una etapa inicial, ya que genera mucho impacto en la calidad de vida, generando incluso conflictos familiares, soledad y aislamiento", explicó Bustamante.

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