En los primeros días de febrero de 2023, los cielos de la provincia de Biobío se cubrieron de una gruesa capa de humo a consecuencia de los incendios forestales que afectaron la zona, provocando efectos devastadores no solo para el medioambiente. Estos siniestros también pueden generar repercusiones nocivas para las personas, especialmente para quienes padecen enfermedades crónicas.
En este contexto, dos especialistas en broncopulmonar del Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" de Los Ángeles explicaron cuáles son los efectos que el humo de los incendios forestales puede causar en la salud de las personas y entregaron recomendaciones para mitigar sus consecuencias.
Respecto al daño que produce la exposición al humo de un incendio forestal, el broncopulmonar del Centro de Costo Indiferenciado del Adulto del CAVRR, Dr. Rodrigo Osses, señaló que es necesario considerar varios factores.
Entre ellos destacan qué se está quemando, el nivel de exposición al humo y la susceptibilidad de las personas afectadas.
Asimismo, agregó que una persona no necesariamente necesita estar en contacto directo con el humo para sufrir sus efectos adversos. También se debe tener presente la bruma generada por el incendio, que puede afectar incluso a quienes están lejos del foco, especialmente a personas con condiciones de salud preexistentes.
¿QUIÉNES ESTÁN MÁS EXPUESTOS AL HUMO?
Osses explicó que todas las personas expuestas a las partículas emanadas por un incendio forestal corren algún riesgo.
"Si bien todas pueden experimentar síntomas o daños asociados al humo, existen grupos de mayor riesgo: adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares preexistentes", detalló el broncopulmonar del Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz".
Los síntomas, según el especialista, varían según diversos factores, pero pueden incluir tos, dificultad para respirar, ardor en los ojos, irritación de la garganta, congestión nasal, dolor en el pecho y dolor de cabeza.
Además, "los pacientes con enfermedades crónicas, como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pueden sufrir descompensaciones", añadió el experto.
Por ello, exhortó a los pacientes crónicos a planificar con sus médicos tratantes las medidas a tomar en caso de una crisis. Esto incluye prever qué hacer ante una emergencia de este tipo. "Por ejemplo, las personas con enfermedades respiratorias que usan inhaladores deberían tenerlos disponibles, tanto para el tratamiento regular como para emergencias", explicó.
CÓMO PREVENIR EL DAÑO
Sobre cómo prevenir los efectos adversos del humo, el pediatra broncopulmonar infantil y jefe del Centro de Costo Indiferenciado de Niños y Niñas del Complejo Asistencial de Los Ángeles, Dr. Jury Hernández, recomendó:
- Mantener las ventanas cerradas y evitar exponerse al humo durante los momentos de mayor intensidad del incendio.
- En caso de no poder permanecer en interiores, utilizar mascarillas N95, ya que filtran partículas pequeñas. "Las mascarillas de uso común no son efectivas; deben ser N95 para evitar que las partículas lleguen al sistema respiratorio", explicó Hernández.
- Usar aire acondicionado o filtros humidificadores si se permanece en interiores. "Aunque no siempre están disponibles, los sistemas de aire acondicionado con filtros limpios y adecuados son una buena alternativa", señaló.
- Tener en cuenta que el aire caliente puede causar quemaduras en las vías respiratorias, especialmente en quienes trabajan directamente en el combate del fuego.
- Los pacientes con enfermedades pulmonares subyacentes deben extremar los cuidados para evitar la exposición al humo y prevenir descompensaciones.
