Familia de La Capilla no se rinde para recuperarse de incendio que los dejó sin casa

Pasada las 19 horas de este lunes, don Mario San Martín, dueño del inmueble afectado, se encontraba trabajando en su hortaliza, recolectando fresas y supervisando los diversos cultivos de vegetales que tiene para dar el sustento a su numerosa familia.

El mismo trabajador relató: “Y miré de repente y vi que había fuego en el segundo piso, por la esquina, donde tenemos el calefon”.

A partir de ese momento las llamas se comenzaron a propagar generando alarma entre los demás habitantes del terreno. La vivienda afectada se encuentra en una parcela en el sector rural La Capilla en Cerro Colorado.

“Esto era un infierno, los vecinos acudimos altiro, no hablamos mucho, pero ante una cosa así hay que estar”, explicó Luis, un vecino que cuando se percató de la emergencia acudió con sus herramientas de trabajo y bombas de agua.

En la casa incendiada vivían siete personas. Entre ellas, la mujer de Luis, sus hijos y nietos pequeños. Todos quedaron a salvo, sin embargo, la pérdida del inmueble y el resto de sus pertenencias fue total. Hace semanas habían terminado de construir una ampliación hacia el patio para mayor comodidad del numeroso clan familiar. Pero nada se pudo recuperar.

EMERGENCIA

Cerca de las 23 horas llegó personal de Bomberos para contener la emergencia. Una de las dificultades que se presentaron fue con el suministro de agua. Vecinos comentaron que las napas están “muy abajo” y que por ello utilizaron reservas que ellos mantenían para sus regadíos y casos de urgencia.

Esto permitió controlar la situación hasta que llegaron las tres unidades del Cuerpo de Bomberos que trabajaron para evitar la propagación a otras viviendas.

”Nos encontramos con una construcción de dos pisos consumida por las llamas. Se hizo una contención y se realizó liquidación y remoción de escombros de la propiedad (...) Las unidades cuentan con una cantidad de agua suficiente como para contener y liquidar el incendio", detalló el capitán de la Quinta Compañía, Miguel Hidalgo, dando seguridad respecto del abastecimiento de agua.  

NO SE RINDEN

Este martes, Mario y su familia se levantaron decididos a recuperarse de esta situación. Con palas y rastrillos siguen trabajando arduamente removiendo los escombros de la casa en la que vivieron por diez años.

John, hijo de Mario, tiene dos hijos, de 2 y 9 años. Han recibido distintas ayudas de parte de vecinos y el municipio. Quien esté en condiciones de prestar ayuda puede canalizarla de modo particular o a través de las instituciones que han estado presentes durante este suceso.