"Gracias a la delincuencia, una familia quedó sin sustento". Ese fue el mensaje que dejó la dueña del quiosco ubicado en Almagro 210, en pleno centro de Los Ángeles (una cuadra de la municipalidad y dos de la Primera Comisaría de Carabineros), tras sufrir un asalto durante la madrugada de ayer martes.
El hecho se produjo a eso de las tres de la mañana, cuando los delincuentes descerrajaron el negocio, llevándose algunos elementos en su interior y dejando la estructura con diversos destrozos, con vidrios rotos y con una de sus paredes metálicas averiadas.
EL MENSAJE A LA COMUNIDAD
Ángela Almendras, de 39 años, es la dueña de este negocio. En diálogo con diario La Tribuna, contó que fue la tercera vez que su quiosco fue asaltado. Por esta razón, decidió informar a la comunidad sobre esta lamentable situación.
"La seguridad en el centro está cada día más insostenible. Ya me habían asaltado hace dos semanas con el quiosco abierto, entonces ese mensaje lo coloqué para concientizar a alguien, no sé si a las autoridades, porque no tan sólo yo soy víctima de estos asaltos y robos, es toda la calle Almagro la que vive siendo constantemente asaltada. Es un mensaje simple, pero fuerte", señaló.
"ME VOY A TENER QUE REINVENTAR"
Producto de esta situación, que aún la tiene en shock, Ángela Almendras dijo que se verá obligada a cerrar definitivamente el quiosco, debido al alto costo de su reparación.
"Voy a tener que reinventarme y buscar otra forma de generar ingresos, porque no tengo dinero para poder recuperar ese quiosco, porque ponerlo en marcha nuevamente me expongo a que lo rompan de nuevo porque no hay cámaras de vigilancia. El actuar de Carabineros no es suficiente, entonces estamos en una condición de vulnerabilidad y nadie hace nada", expresó.
Esta ciudadana angelina dijo que los productos que alcanzó a salvar de su quiosco los empezará a vender por redes sociales, a la espera de poder encontrar otro empleo que le garantice seguridad financiera para su familia.
MADRE DE DOS HIJOS, UNO NEURODIVERGENTE
Este quiosco asaltado y el que acaba de cerrar era la principal fuente económica para solventar a su familia. Es madre de dos hijos, uno va en la Universidad y el otro -de ocho años- al colegio.
Su hijo menor está diagnosticado con la condición del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Emprendió con el quiosco porque, según dijo, le entregaba flexibilidad de horarios para atender a su retoño.
"En este minuto de mí dependen mis dos hijos, uno está en la universidad y mi otro hijo actualmente tiene autismo. Yo trabajaba ese quiosco por la flexibilidad de horarios que me permitía para poder estar presente para mi hijo más pequeño", detalló.
CÁMARAS NO CAPTARON EL DELITO
Otra información que entregó esta vecina es que, en dicha intersección (Almagro con Caupolicán), no hay una cámara de televigilancia instalada.
Es por esto que, para obtener detalles de este suceso, se habría solicitado la liberación de imágenes de la cámara ubicada en Almagro con Lautaro, la más próxima al quiosco. Pero, de acuerdo al testimonio de la afectada, la cámara no alcanzó a captar evidencia alguna.
"Hay que esperar la citación de Fiscalía, donde se entrega una notificación. Además, no hubo captación de la cámara de vigilancia que está el Almagro con Lautaro, porque en la esquina de Caupolicán no hay cámara, no se percibe nada".
"Ellos (los carabineros) solicitaron las imágenes de la cámara y de Cenco (Central de Comunicaciones) informaron que no se ve nada, que las cámaras de vigilancia no alcanzaron a captar hacia la otra cuadra por la distancia", complementó.
