Tristeza, desolación, rabia. Esas son algunas de las emociones que han sentido los trabajadores del Servicentro Ruiz Quiroz luego que "Bobby", el perrito comunitario que vivía en las inmediaciones del recinto, fuera atropellado por una camioneta, causándole su muerte.
El hecho ocurrió el pasado miércoles 11 de septiembre a las 11 de la mañana al interior de esta bomba de bencina ubicada entre calles Almagro y Villagrán, en el centro de Los Ángeles.
Según denunciaron, una camioneta marca Toyota Hilux pasó a alta velocidad y arrolló a "Bobby". Siempre de acuerdo al testimonio de los trabajadores, el conductor del vehículo no se bajó a prestar ayuda y su acompañante, que iba en el puesto del copiloto, pedía que el animal fuera retirado para poder avanzar.
Personal de la empresa tomó a "Bobby" y lo subieron a un auto para llevarlo a una clínica veterinaria. Lamentablemente, el perrito no resistió a las heridas del impacto y murió durante el traslado.
TRABAJADORAS LLORAN LA PARTIDA DE "BOBBY"
La muerte de "Bobby" golpeó profundamente en los trabajadores de la bencinera. Incluso, según ha podido reportear diario La Tribuna, su partida también caló hondo en personas que viven o habitualmente pasan por ese sector, ya que el perrito -cuando era más joven- solía merodear por lugares cercanos, como en "La Vega".
Pero, claramente, los más afectados son los trabajadores de Ruiz Quiroz. Diario La Tribuna acudió a este sitio para obtener información sobre este lamentable episodio y pudo comprobar in situ el sentir de estas personas.
Visiblemente emocionadas, congojadas y con la voz entre cortada, trabajadoras de la sala de ventas de Ruiz Quiroz recordaron a "Bobby" cuando amablemente accedieron hablar con este medio.
EL VÍNCULO CON "BOBBY"
No es para menos la tristeza de los trabajadores de Ruiz Quiroz, ya que "Bobby" era uno más y parte de la familia que compone la empresa, muy querido por cada uno de sus integrantes.
"Bobby" arribó hace 17 años a las instalaciones de la bencinera, con una patita lesionada y con un par de meses de vida. Por eso calculan que el perrito llevaba a lo menos 18 años en este mundo.
Debido al problema en su extremidad inferior, creen que fue "abandonado" en el servicentro. Los trabajadores lo acogieron y le dieron cariño y protección a partir de su llegada.
Y no era un animal que aprovechó uno de los techos de la bencinera para refugiarse, ya que "Bobby" tenía su propia casa de perro en un lugar exclusivo destinado para él. Recibía sus raciones de comida diaria, además de agua para hidratarse.
Junto a lo anterior, recibía la atención de un médico veterinario que lo examinaba regularmente. En el fondo, "Bobby" no era un perro de la calle, tenía su propio hogar y lugar seguro, era el perrito del servicentro Ruiz Quiroz.
LA PENA DE JÉSICA
Jésica Arias Anabalón es una trabajadora de Ruiz Quiroz que desde 1996 forma parte de la compañía, desempeñándose en la sala de ventas. Es decir, ella ya estaba en la empresa cuando llegó "Bobby".
Según voces de sus propias colegas, Jésica es la más afectada de todas, porque era la que más se preocupaba del perrito.
Pero Jésica no estaba ayer en el trabajo, ya que está con licencia médica por un problema en su rodilla. Por eso, en esta trágica notica por la muerte de "Bobby", lo más triste para ella es que no pudo estar junto a su can y que llevaba más de un mes sin verlo.
"Lo que más tengo pena es que yo no estaba allí. Lamentablemente sufrí una caída y me fracturé una rodilla, entonces hace un mes que no veía a ‘Bobby’, porque no podía salir. Tengo mucha pena por no haber estado allí en su último respiro", lamentó.
DESPEDIDA DE "BOBBY"
Tras la muerte de "Bobby", se tomó la determinación de cremar su cuerpo. La empresa pagó el servicio, pero los trabajadores también colaboraron con un aporte voluntario.
Las cenizas de "Bobby" están dentro de un frasco, adornado con pintura en forma de huellas de perro. Este recipiente será entregado a Jésica, quien será la encargada de conservarlo.
Además, se adquirió una medalla de una huella y se instalará un altar en el lugar donde dormía "Bobby". Allí habrá imágenes del perrito y un cartel con una frase elegida por Jésica: "Un pequeño que dejó grandes huellas en nuestras vidas. Gracias ‘Bobby’ por tantos años de lealtad".
