Con el arribo del otoño y los primeros indicios del invierno en la alta cordillera de los Andes, las autoridades regionales anunciaron el cierre temporal del Paso Fronterizo Pichachén, ubicado en la comuna de Antuco.
Este punto limítrofe, que conecta a Chile con la provincia argentina de Neuquén, dejó de operar este jueves 10 de abril, luego de una temporada estival que registró un hito histórico en cuanto al flujo de personas.
AUMENTO DE USUARIOS QUE PASARON POR PICHACHÉN
Desde su apertura el 22 de noviembre de 2024 hasta su cierre, el paso registró un total de 15 mil 996 cruces: 8 mil 447 ingresos a Chile y 7 mil 549 salidas hacia Argentina. Según indicaron las autoridades, las cifras superan ampliamente a las de temporadas anteriores y consolidan a Pichachén como un corredor internacional de creciente relevancia para el país.
El delegado presidencial provincial de Biobío, Javier Fuchslocher, destacó el impacto positivo que genera el flujo de personas que pasaron por el paso.
FOCO EN LA SEGURIDAD
En paralelo al aumento en el número de usuarios, las autoridades también enfatizaron la relevancia que ha adquirido este paso desde una perspectiva de seguridad. Las autoridades manifestaron que el control de personas y mercancías ha sido una prioridad constante, en especial frente a los desafíos que implica el tránsito internacional en zonas remotas.
Carlos Uslar, seremi de Seguridad Pública del Biobío, recalcó la proyección estratégica del Paso Pichachén en el contexto nacional.
En esa misma línea, desde la Policía de Investigaciones (PDI) se valoró el trabajo mancomunado en el lugar, especialmente durante esta última temporada de funcionamiento. El prefecto provincial de la PDI, Patricio Rojas, detalló el papel activo que cumple la institución en el control migratorio.
La función fiscalizadora también ha sido clave en materia aduanera. Desde el Servicio Nacional de Aduanas en Biobío, su directora regional Katherine Ampuero valoró la labor de sus funcionarios durante los casi cinco meses de operación.
REAPERTURA CONDICIONADA AL CLIMA
El cierre del paso no es definitivo, sino parte del protocolo anual que considera las condiciones climáticas en la cordillera. El regreso a las operaciones está proyectado para fines de la primavera, en una fecha aún por definir, pero que dependerá de la evaluación conjunta con las autoridades argentinas y el estado de las rutas internacionales.
Durante el período invernal, las intensas nevazones, la acumulación de hielo y las bajas temperaturas hacen inviable el tránsito seguro por este sector cordillerano, ubicado a más de 2.000 metros de altitud. Por ello, el calendario de funcionamiento del Paso Pichachén sigue los ciclos estacionales, priorizando la seguridad de funcionarios y usuarios.