Fue un partido de pierna fuerte pero con pocas tarjetas amarillas. Sin embargo, nada hacía presagiar que el duelo terminaría a empujones y con descargos verbales de alto calibre. La razón, según algunos jugadores iberianos, fueron las deshonrosas palabras que recibió Gustavo Marino de parte un jugador rival al concluir el encuentro, sacándole en cara la difícil situación económica por la que atraviesa el club e incluyendo de aquello a su familia.
Ello fue el detonante para que se produjeran incidentes dentro de la cancha y en zona mixta que, afortunadamente, no pasaron a mayores.
Debido a los incidentes, hubo dos expulsiones, el central de Deportes Iberia Sebastián Contreras y el lateral de Limache, Diego Soto.
Ahora se deberá esperar el informe del juez del partido, Francisco Gaggero.