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El 14 de octubre del pasado año, Deportes Iberia habría jugado su último partido no solo en el profesionalismo, sino que además, en Los Ángeles, ciudad que lo albergó por 55 años, luego de su traslado desde Puente Alto en febrero de 1969.
El incomprensible silencio de sus actuales controladores solo alienta oscuros presagios que parecieran convertirse en un escalofriante destino: El club Azulgrana desaparecería del concierto futbolístico chileno.
Los grandes responsable de que aquello aconteciera fueron Alberto Morgan Lavín (papá), Alberto Morgan Bascuñán (hijo) de Inversiones Los Ángeles SPA, que deshaciéndose de la responsabilidad de mantener vivo al club, traspasaron las acciones, sin mediar juicio, a empresarios que, en vez de ser un salvavidas, terminaron por sepultarlo.
Desde ese momento, el mayor inversionista del cuadro iberiano, el misterioso empresario Bryan Tur, además de Andrés Silva, hicieron todo lo posible para sacar el club de la ciudad, rompiendo la ligazón que existía con la comunidad y provincia. La excusa era que no contaban con el apoyo de distintos sectores, en especial del alcalde.
Hoy en día y sin ningún contacto ni vocería, los propietarios del club se han desligado de todos los jugadores y personal administrativo que mantenían contrato con Iberia, incluso manteniendo deudas con parte de ellos.
Todos estos antecedentes solo permiten concluir que Bryan Tur y compañía le habrían puesto la lápida a 90 años de historia y 55 años en Los Ángeles.
A casi tres meses de un silencio absoluto por parte de los controladores, surgen varias interrogantes en la comuna y en particular entre los hinchas. Sin Iberia ¿Los Ángeles se despide del fútbol con competición nacional para siempre? ¿Se podrá recuperar el club Azulgrana?, ¿Se rescatará la historia y lo que ello significa para sus hinchas? Esas preguntas, por el momento, no tienen respuesta.
En noviembre pasado, un grupo de personas -entre hinchas, comerciantes y medios de comunicación locales - encabezados por quien fuera un activo dirigente del club iberiano (en sus momentos de gloria) y quien además tuvo un paso fugaz como presidente de dicha institución, Hernán Hernández, sentaron las bases para constituir una nueva corporación deportiva, cuyo fin es salvaguardar la memoria y la esencia de Iberia de Los Ángeles, aunque ello signifique cimentar las bases de algo nuevo.
Una de las primeras tareas, luego de la constitución de un directorio provisorio, fue organizarse legalmente.
De acuerdo a indagaciones de La Tribuna, la constitución de la personalidad jurídica se oficializaría dentro de los próximos días y una de las primeras medidas sería comenzar con el trabajo futbolístico de las serie menores.
El resto de las acciones en virtud de buscar alguna instancia que posibilite recuperar el club, se está trabajando silenciosamente.
CLUB A LA VENTA
Primero eran 200 millones de pesos, luego 150, ahora ya va en 50 millones, esa es la desesperada medida que busca el actual controlador de Iberia, Bryan Tur, ante el destino poco alentador del club. Lo que busca el misterioso empresario es recuperar en algo a sus escuálidas arcas, de lo que gastó en la mantención del plantel durante parte del 2023.
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