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Fue el senador por la circunscripción 10 de la región del Biobío, Enrique van Rysselberghe, quien entregó esta información, asegurando que "para fines de este año la empresa JetSmart comprometió su evaluación bajo una serie de variables".
Estos requisitos eran la extensión de la pista, la materialidad o grosor de la losa para soportar mayor peso y la operabilidad del aeródromo.
"Confiamos en que se llegará a favorables conclusiones para que vuelos nacionales y de carga puedan aterrizar en la provincia del Biobío", expresó con entusiasmo el senador, optimista por una respuesta positiva de la empresa aérea.
El mismo parlamentario afirmó que para noviembre de este año el gerente general de JetSmart, Pedro Asenjo, se comprometió a asistir a una nueva reunión para dar a conocer los resultados del análisis.
En efecto, según dijo el legislador en una reciente entrevista con Radio San Cristóbal, JetSmart ya le comunicó la respuesta de la evaluación, la que no sería tan favorable como la autoridad había anunciado, indicando escuetamente que la empresa está a favor de que el sector público invierta lo necesario en la terminal área.
Ante esto y teniendo en cuenta que acaba de terminar noviembre, mes tope para que la aerolínea revelara los resultados de la evaluación a las autoridades, diario La Tribuna se contactó con JetSmart Chile para conocer los detalles de la respuesta, la que fue muy contundente: el aeródromo María Dolores no reúne las condiciones para vuelos comerciales.
Diario La Tribuna tuvo acceso a la carta que la aerolínea nacional envió a las autoridades. La misiva, firmada por Pedro Asenjo, country manager de JetSmart Chile, explica los detalles de la evaluación y las razones por la que la terminal área angelina no cumple con los estándares mínimos para vuelos comerciales.
En primer lugar, en JetSmart Chile reconocieron la importancia de Los Ángeles como destino y posibilidad ampliar su operación en la región del Biobío.
En vista a los compromisos establecidos, JetSmart realizó un estudio técnico de la pista 18/36 del Aeródromo María Dolores, con el objetivo de identificar los requerimientos mínimos de rendimiento para una operación segura y eficiente, en este caso de las aeronaves A320-232, A320-271 y A321-271 de JetSmart Airlines, cuyas capacidades fluctúan entre los 140 y los 200 pasajeros.
A lo anterior, además, se sumó un estudio de Análisis de Gestión del Riesgo (AGR) de operación regular en dicho aeródromo para evaluar los riesgos asociados a la seguridad operacional.
El estudio, finalmente, arrojó la identificación de varias limitaciones técnicas y de seguridad que no permiten la operación de la aerolínea fundada hace siete años en el aeródromo María Dolores de Los Ángeles.
En general, son tres las principales condiciones que "hacen inviable" la operación de JetSmart en Los Ángeles (ver recuadro).
En ese sentido, JetSmart lamenta informar que "no podemos avanzar a la fase de evaluación comercial o de demanda para operar regularmente en el Aeródromo de Los Ángeles. Nos mantenemos atentos a las evaluaciones y resultados sobre el futuro del Aeródromo que emitan tanto la autoridad aeronáutica como las autoridades de infraestructura correspondientes, manteniendo siempre abiertos los canales de diálogo y colaboración".
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