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En esta edición, la región alcanzó el 6° lugar a nivel nacional, con un puntaje de 0,44, situándose por encima del promedio nacional (0,40). Esto representa un leve avance respecto a 2021, cuando ocupaba el 7° puesto.
Según el economista Carlos Smith, investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES UDD), el desempeño del Biobío ha sido relativamente constante desde 2013, con variaciones menores que responden más a la dinámica de otras regiones que a cambios internos significativos.
Históricamente, el Biobío ha fluctuado entre los puestos quinto y séptimo, con sus mejores desempeños en 2013, 2014 y 2016. Sin embargo, experimentó una fuerte caída entre 2008 y 2011, llegando al 12° lugar debido a retrocesos en infraestructura, capacidad productiva y calidad del empleo. Desde entonces, se ha recuperado y estabilizado en una posición intermedia dentro del panorama nacional.
El Icore 2024 destaca que la región del Biobío sobresale en "Innovación, Ciencia y Tecnología" (2° lugar) e "Inserción Comercial" (4°). Sin embargo, presenta rezagos en "Inversión Pública y Seguridad" (13° lugar) y otras tres dimensiones donde ocupa el 8° puesto.
Uno de los principales factores que explica el bajo rendimiento en inversión pública es la disminución de recursos destinados a la región en comparación con otras.
"Hay una baja en la inversión de decisión regional por habitante, en la inversión del MOP por habitante y en la dotación de Carabineros", detalló Smith. A esto se suma la competencia con otras regiones por la asignación de fondos, lo que ha llevado a que Biobío reciba una menor proporción de recursos per cápita.
Por otro lado, la región ha logrado consolidarse como líder en innovación gracias a factores como una alta inversión en fondos de Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), el aumento de estudiantes de posgrado y un número significativo de patentes registradas. "Esto tiene relación con el número de universidades, de incubadoras y el ecosistema de emprendimiento que se está desarrollando en la región", indicó el investigador.
Para que Biobío logre posicionarse entre las regiones más competitivas del país, es necesario fortalecer ciertos aspectos clave. Según Smith, es fundamental impulsar una visión estratégica basada en la colaboración entre el sector público, privado y la academia.
Además, enfatizó la importancia de mejorar el entorno empresarial para atraer inversiones. "El luchar por esos proyectos desde las regiones se hace muy relevante y para esta región tan importante no es la excepción", destacó. Otro punto crítico es potenciar sectores no tradicionales, como el turismo, área en la que Biobío se encuentra entre los últimos lugares del ranking.
Por otro lado, en comparación con la región de Ñuble, Biobío se encuentra mejor posicionado en casi todos los indicadores, excepto en "Gestión Empresarial y Calidad del Empleo". Ñuble, al ser una región nueva, enfrenta mayores desafíos en inversión pública, inserción comercial y entorno económico, lo que resalta la importancia de analizar las mejores prácticas implementadas en otras regiones para cerrar brechas competitivas.
En conclusión, según plantea el economista, no es sólo subir en el ranking, sino traducir estos avances en beneficios concretos para la población, como mejores servicios públicos y mayor desarrollo económico.
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