Ha sido recién en los últimos dos años que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) se ha instalado en el tapete de la discusión pública, principalmente desde la aparición de aplicaciones como ChagGPT que se han popularizado a nivel masivo. También ha dado pie a discusiones sobre sus beneficios y desventajas, una de las más gravitantes está relacionada con el impacto en los puestos de trabajo.
Es que es sabido que la IA y la automatización pueden reemplazar tareas rutinarias y repetitivas en una variedad de industrias, como la manufactura, la atención al cliente y la logística. Cambios en las habilidades requeridas:
Los expertos advierten que los trabajos que involucran tareas manuales o tareas altamente predecibles son más propensos a ser automatizados, mientras que los trabajos que requieren habilidades cognitivas complejas, empatía, creatividad y toma de decisiones éticas son menos susceptibles a ser reemplazados por este desarrollo tecnológico.
Para minimizar el impacto potencialmente lesivo de la inteligencia artificial en el empleo y garantizar una transición más suave hacia un futuro con mayor automatización, se pueden tomar medidas a nivel gubernamental, empresarial y personal. Una de las más importantes es fomentar la educación y la formación continua es fundamental, lo que incluye programas de reciclaje laboral para ayudar a los trabajadores a adquirir las habilidades necesarias para empleos emergentes en tecnología, programación, análisis de datos y habilidades blandas como la resolución de problemas y la creatividad.
La colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones educativas puede ayudar a identificar las habilidades necesarias y desarrollar programas de formación específicos para la demanda laboral emergente.
Todo lo anterior dio a pie a modelos de trabajo más flexibles, como el trabajo a distancia y la jornada laboral flexible, puede ayudar a los trabajadores a adaptarse a los cambios en sus roles y responsabilidades. Asimismo, es necesario revisar y reformar los sistemas educativos para que estén alineados con las necesidades del mercado laboral futuro, lo que debiera necesariamente incluir la promoción de la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) desde una edad temprana.
Por otro lado, se plantea la urgencia de implementar políticas gubernamentales que fomenten la creación de empleo en sectores emergentes y que ofrezcan apoyo financiero a trabajadores desplazados debido a la automatización.
En ese contexto, las habilidades como la comunicación, la empatía, la resolución de problemas y la toma de decisiones éticas son menos susceptibles a la automatización. Fomentar el desarrollo de estas habilidades puede ser beneficioso para los trabajadores.
Por lo mismo, las empresas y los gobiernos deben adoptar una visión a largo plazo para anticipar y gestionar los cambios en el empleo a medida que la IA se desarrolla y se integra en la economía, de manera de fomentar el diálogo entre todas las partes interesadas, incluidos gobiernos, empresas, sindicatos y la sociedad civil, puede ayudar a crear soluciones equitativas y sostenibles para los desafíos de empleo relacionados con la IA.
Si bien la IA tiene el potencial de cambiar la naturaleza de muchos trabajos y puede llevar a la automatización de ciertas tareas, también puede crear oportunidades para empleos nuevos y más especializados. La capacidad de la sociedad para abordar estos cambios y facilitar la transición de los trabajadores a nuevas áreas laborales será un factor importante en la determinación del impacto en el empleo. La inversión en educación y capacitación, así como la planificación estratégica a nivel gubernamental y empresarial, son esenciales para gestionar adecuadamente la transformación impulsada por la IA en el mercado laboral.