El sistema penal en Chile es ineficaz. Una premisa que puede resultar exacerbada pero que sustenta totalmente al analizar, una serie de situaciones delictivas ocurridas en la provincia de Biobío y el resto del país, que resultan a la luz pública, totalmente IN-justas; y abren el debate sobre si existe o no, la puerta giratoria en Chile, en materia judicial.
Dejar solo con medidas cautelares a los detenidos de dos procedimientos antidrogas ocurridos en nuestra ciudad, o con arresto domiciliario a un hombre que es sorprendido con un kilo de droga en un peaje de Mulchén, como mínimo ejemplo, son parte de las determinaciones judiciales, que resultan inexplicables para una ciudadanía, cuya sensación de inseguridad va en aumento, debido a la creciente alza de delitos de alta connotación social.
Es ahí donde empieza acuñarse el término de la "puerta giratoria", que alude a la permisividad del sistema penal con quienes cometen delitos, los que luego de ser detenidos, rápidamente recuperan la libertad, vuelven a delinquir, y así sucesivamente.
Un concepto que se solventa en la idea -totalmente válida por cierto- que una o un imputado de un delito, más si tiene antecedentes, debería ser recluido en la cárcel luego de su detención, una expectativa que en muchos casos no se cumple, y que deja entrever un sistema penal aparentemente permisivo.
Los abogados penalistas y los propios jueces han recalcado que, la puerta giratoria, -es una idea errónea- sustentando el argumento de la "presunción de inocencia" como uno de los principales pilares del sistema y por sobre todo, el debido proceso, como derecho humano fundamental.
Entonces, ¿es el poder judicial o las leyes? Es en este punto donde la ecuación no cuadra, porque si la ciudadanía percibe que existe un cierto nivel de eficacia en la captura del delincuente (labor que le corresponde a las policías), pero que la posibilidad de una condena efectiva, es baja (labor que corresponde a instituciones como la Fiscalía y los tribunales), porque así lo permite la legislación vigente (poder legislativo), entonces no tiene sentido invertir en la primera, que a juicio muy personal, hoy está haciendo la tarea.
Mientras en países como Alemania, España o Italia, tienen por ejemplo, remisión de la pena sin cárcel solo los primerizos condenados a menos de dos años de prisión, en Chile es para condenados a menos de cinco años, e incluso reincidentes.
Es en este punto, donde más se solventa la idea de la puerta giratoria, en aquellos que tienen antecedentes previos, y siguen libres. Y es precisamente en esto, donde se trabaja con un proyecto que busca modificar diversos cuerpos legales "para mejorar la persecución penal en materia de reincidencia y delitos de mayor connotación social".
Esta instancia, que es parte de la Agenda de Seguridad, fue aprobada el mes de septiembre en el Senado, y avanza en la discusión. Será suficiente está Reforma, o se necesita en Chile más "MANO DURA".
La ciudadanía a mi juicio tiene la respuesta muy clara.