Biobío espera soluciones económicas

La reciente visita del Presidente Gabriel Boric a la Región del Biobío, que incluyó actividades en Los Ángeles, Santa Bárbara, Yumbel y concluyó en Talcahuano, puso de relieve la importancia estratégica de la zona en el desarrollo nacional. Sin embargo, aunque se anunciaron iniciativas significativas, quedó la sensación de que se podrían haber abordado con mayor profundidad temas económicos y productivos, especialmente considerando el impacto regional por el cierre de la siderúrgica Huachipato en 2024.

Uno de los anuncios más destacados fue la firma del decreto que oficializa la Política Nacional de Construcción Naval. Desde las instalaciones de Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) en Talcahuano, el Mandatario subrayó que esta política busca consolidar la industria marítima nacional, permitiendo que la totalidad de las unidades de superficie requeridas por la Armada de Chile se construyan en el país. Este enfoque no solo apunta al fortalecimiento de la soberanía, sino también al impulso del desarrollo tecnológico, la innovación y la generación de empleo en la región.

El Presidente Boric afirmó: "Con la firma de este decreto estamos dando un paso que, desde mi punto de vista, es estratégico para el desarrollo de Chile porque abordamos de un solo acto la vocación de soberanía como las oportunidades de crecimiento económico, el desarrollo tecnológico e innovación, la preocupación por el empleo, el encadenamiento productivo".

Si bien esta iniciativa es loable y promete beneficios a largo plazo, es inevitable reflexionar sobre la situación actual de la región, especialmente tras el cierre de la siderúrgica Huachipato, a lo que se suma la alicaída industria forestal. En el caso de Huachipato, que durante más de siete décadas fue un pilar económico en el Biobío, cesó sus operaciones en 2024 debido a la competencia de importaciones a bajo costo, principalmente desde China, lo que resultó en pérdidas significativas y afectó a miles de trabajadores.

El cierre de la siderúrgica no solo representó la pérdida de empleos directos e indirectos, sino también un golpe a la industria nacional del acero y a la cadena productiva asociada. En este contexto, hubiera sido pertinente que el Presidente Boric abordara con mayor detalle planes concretos para revitalizar la economía regional a corto y mediano plazo.

La implementación de la Política Nacional de Construcción Naval es un paso en la dirección correcta, pero sus frutos se verán en el futuro. Mientras tanto, la región requiere medidas inmediatas que mitiguen los efectos del cierre de Huachipato. Si bien el ministro de Economía, Nicolás Grau, ha anunciado la implementación de programas de reactivación económica, habría sido importante escuchar al Mandatario reforzado esas líneas de acción y anunciando otras relevantes para que la región retomara su dinamismo.

Es comprensible que la agenda presidencial no pueda cubrir todas las aristas en cada visita regional. No obstante, considerando la magnitud del impacto económico que ha sufrido el Biobío, se esperaba una atención más focalizada en soluciones inmediatas para la comunidad.

En suma, la gira presidencial vino acompañada de anuncios importantes, especialmente en el ámbito de la construcción naval pero quedó pendiente una respuesta más contundente y detallada frente a los desafíos económicos actuales de la región. Es fundamental que, en futuras intervenciones, se prioricen medidas que ofrezcan soluciones inmediatas y efectivas para revitalizar la economía de la zona.