Identidad

"Me encantó ir dándole vida a los fierros que están guardados, oxidados y botados": Richard Valdebenito, artesano de Nacimiento

Con más de 25 años de trayectoria, el primer artesano nacimentano certificado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, declara su amor y pasión por la artesanía en fierro, el arte y la cultura.

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artesano / FUENTE: Richard Valdebenito

Richard Valdebenito (58) es un artista oriundo de Nacimiento que ha recorrido muchos lugares a lo largo de su vida, lo que le ha permitido abrirse paso en el mundo del arte, la actividad social y el reconocimiento como artesano en fierro en la provincia de Biobío.

Richard se declara felizmente casado con su amor de toda la vida, María Eugenia Vásquez, a quien conoce desde hace más de 40 años: "A mi gordita la conocí en Los Ángeles cuando estudiaba en el Colegio Hispanoamericano; ella venía desde la Patagonia".

Padre de tres hijos y abuelo de tres nietos, Richard es un apasionado de la vida y agradecido de tener una familia que lo apoya en su trabajo:

"Ellos se sienten orgullosos de mis creaciones, son mis principales fans, y mi esposa me apoya incondicionalmente. Siempre está a mi lado, viaja conmigo, y disfrutamos mucho juntos".

Richard es el primer artesano de la comuna de Nacimiento en ser certificado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. A lo largo de su carrera, ha participado en numerosas ferias, catálogos, documentales y cápsulas tutoriales, y ha sido reconocido por personalidades destacadas, como el extenista Nicolás Massú.

El artista destaca el rol de Camila Suazo en su carrera como artesano:

"Soy un artesano certificado por el Consejo de las Culturas gracias a las gestiones que en ese entonces hizo Camila Suazo, quien hoy es la gerente de la Corporación Cultural de Los Ángeles. Ella me instó a asistir a los seminarios y ahí también tuve el apoyo de la municipalidad de Nacimiento".

Richard Valdebenito relata que su carrera comenzó exactamente un 23 de diciembre de 1998, cuando la necesidad de estar sin trabajo lo llevó a echar mano a su pasión de toda la vida: doblar fierros. "Partí el 23 y el día 24 monté en la calle, en un pueblo del sur de Chile. Con una mesita, me puse a vender y vendí todo. Me faltó material para continuar, así que trabajé todo ese verano".

Con el gran éxito de sus ventas navideñas, este artista se dio cuenta de que su amor por el arte en fierro no solo podía ser un pasatiempo, sino que podía convertirse en el trabajo de su vida:

"Me empezaron a conocer en el sur de Chile, pero después me vine a Nacimiento, a mi tierra, con mi familia y empecé a asistir a seminarios y capacitaciones por el Consejo de las Artes y la Cultura. Así me certifiqué como artesano en fierro forjado".

DÁNDOLE VIDA A LOS FIERROS

A través de sus palabras, se percibe el amor y la pasión que tiene por su arte, donde ha descubierto su talento para crear piezas utilitarias y escultóricas: lámparas, mesas de centro y otros artículos que ni él mismo pensaba que sus manos fueran capaces de hacer.

"Siempre me llamó la atención el tema de los clavos de ferrocarril y empecé a recolectarlos, a hacer trueques con gente de todo el país que los tenía. Así comencé a crear obras en mini escultura de 25 a 30 centímetros". Mientras más creaba, más albergaba la ilusión y esperanza de estar en exposiciones para mostrar a la gente la belleza e historia del clavo de ferrocarril, a través de sus colores y bordes que, la mayoría de las veces, están doblados y maltratados por el trayecto de la vida.

"Hay obras mías que tienen Nicolás Massú, Valentín Trujillo y el Tenor Pehuenche, por nombrar a algunas personas. También he enviado a Estados Unidos y Brasil. Me encantó esto de ir dándole vida a los fierros que están guardados, oxidados y botados en las vías de ferrocarriles. Los recolecto de norte a sur. Es mi pasión".

El creador nacimentano destaca que el arte en fierro no solo le ha dado trabajo y reconocimiento, sino que le ha entregado amistades que ha conocido a lo largo de la vida, además de experiencias y alegrías que atesora profundamente. Viajar y conocer la hermosura de Chile junto a su esposa, y educar a sus tres hijos valorando la artesanía, son momentos que valora inmensamente.

Por su trayectoria, ha sido invitado a participar en catálogos de artesanías, cápsulas, mini reportajes y un sinfín de experiencias que alberga en su mente y corazón, y que, sin duda, seguirá sumando mientras ejerza el oficio que tanto ama.

"Siempre recuerdo mi primera escultura. Tiré los clavos encima del mesón para hacerla y no me salía; de repente, como que me cayó la imagen de un anciano, y mi primera escultura fue la de un anciano. Fue tanta la energía que le puse que lloré cuando la terminé. Lloré porque al contemplarla la encontré tan preciosa, tan linda", recuerda con emoción.

"MI PARLANTE NO PARA DE SONAR"

Con una infinidad de recuerdos, Richard sostiene que aún le queda mucho por crear, por sentir, por vivir y por amar. Agradece a la vida por contar con el apoyo de la gente, de los vecinos que le dan ideas para seguir creando y, por supuesto, de su familia.

Hace 15 años que es presidente de la Orquesta Clásica Juvenil de Nacimiento, pues se declara un fanático de la música clásica: "En el taller, mi parlante no para de tocar diferentes tipos de música, pero siempre le doy énfasis a la música clásica".




matomo