La tradición de cochayuyeros volvió a la ciudad: Familias viajaron desde Tirúa hasta Los Ángeles

Poco más de 210 kilómetros separan a Los Ángeles y Tirúa. La distancia se podría recorrer en un par de horas en auto, pero la presencia de la imponente Cordillera de Nahuelbuta torna el camino zigzagueante y abrupto en varios tramos, lo cual ralentiza el andar.

¿Se imagina hacer ese trayecto en una carreta tirada con bueyes? Es lo que hicieron cuatro familias que viajaron con su carga de cochayuyos hasta el tope desde esa localidad situada frente al océano Pacífico (en el extremo sur de la provincia de Arauco), hasta nuestra capital provincial.

Su presencia en la zona revitaliza una tradición que ya parecía extinta. En efecto, en épocas pretéritas llegaban carretas a la zona para vender su carga en la ciudad. No se trata solo de un viaje largo al ritmo cansino de una yunta de bueyes, sino que de una forma de vida de familias lafkenches de las zonas costeras de las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos. Es una manera de asegurarse el sustento en una labor que parte por la recolección del cochayuyo en el mar, su secado y posterior comercialización que los hace recorrer grandes distancias.

En la mañana de este lunes arribaron a Los Ángeles las cuatro carretas. A su paso, causaron asombro y admiración entre automovilistas y peatones. Tanto que incluso les han pedido fotos.

El grupo lo integran 10 personas, entre ellos unos niños, que viene preparado para pernoctar en una de las detenciones. Decidieron recorrer los más de 200 kilómetros hasta Los Ángeles ya que, por tratarse de una ciudad grande, tienen la expectativa que puedan vender más pronto su carga de cochayuyos.

Esperan estar hasta antes de la Navidad para volver a su hogar de la misma manera en que llegaron: a bordo de las carretas tiradas por bueyes.

Más detalles y los contratiempos de este viaje patrimonial los puede leer en la edición de este martes 17 de diciembre del diario La Tribuna.