Identidad

Yumbel, la comuna más antigua de la provincia de Biobío, celebró 440 años de historia

Fundada como Fuerte San Felipe de Austria en 1585, la comuna santuario ha sido parte fundamental de la historia nacional desde la presencia hispana hasta nuestros días.

Aniversario Yumbel, cedida
Aniversario Yumbel / FUENTE: cedida

En un ambiente de festejos, Yumbel celebró este 16 de marzo sus 440 años de fundación, lo que la convierte en la comuna más antigua de la provincia de Biobío.

El hito también rememora su origen y reafirma el vínculo de sus habitantes con la tierra y su historia.

La jornada estuvo marcada por un nutrido programa de actividades que incluyó desfiles, ceremonias religiosas y manifestaciones culturales, todas celebradas en la plaza de armas, lugar que ha sido testigo de tantas transformaciones a lo largo de los siglos.

ORÍGENES

La historia de Yumbel se remonta a fines del siglo XVI, cuando el gobernador Alonso de Sotomayor decidió establecer el Fuerte San Felipe de Austria en 1585, en honor al rey Felipe II de Habsburgo.

En aquel entonces, la zona de frontera entre los españoles y los pueblos mapuches estaba en constante agitación, y este fuerte fue vital para defender los intereses de la corona.

La ubicación estratégica de este asentamiento, al pie de un cerro que servía de centinela natural, permitió a los colonizadores vigilar y proteger el paso hacia el norte de las incursiones indígenas.

Sin embargo, el fuerte no perduró mucho tiempo en pie. En 1598, durante la gran sublevación del toqui Pelantaru, fue completamente destruido por los mapuches.

Este evento forzó la creación de una nueva fortificación, esta vez bajo el nombre de Santa Lucia, en 1601, durante la administración de Alonso de Ribera. Durante estos primeros años, Yumbel cumplió un rol crucial como punto de defensa y como uno de los centros logísticos más relevantes de la región.

DESARROLLO REGIONAL

En el siglo XVII, Yumbel vivió una constante sucesión de fortificaciones, siete en total, hasta que en 1668 se consolidó como San Carlos de Austria. Esta estabilidad sentó las bases para un crecimiento moderado, pero constante. La localización de Yumbel, cerca de la frontera sur, lo convirtió en un lugar relevante para el abastecimiento de los distintos puestos militares de la región.

A principios del siglo XVIII, Yumbel desempeñó una doble función: por un lado, seguía siendo un punto militar importante, pero por otro, comenzó a destacarse como un centro de distribución de recursos.

De acuerdo a Hellmuth Herlitz Cifuentes, un yumbelino licenciado en Historia y magíster en Bibliotecología e Información, un hito fundamental en la evolución de la comuna fue la fundación de Los Ángeles en 1739, lo que relegó a Yumbel a un segundo plano en términos militares.

Esta transición permitió el florecimiento de la población, que fue oficialmente reconocida como villa en 1766, y adoptó a San Sebastián como su Santo Patrono, hecho que marcaría la identidad religiosa de la localidad.

El siglo XVIII también fue testigo de la importancia estratégica de Yumbel durante las batallas contra los mapuches. Uno de los episodios más destacados de este período fue la Batalla de Las Cangrejeras en 1629. Este evento, junto a otros enfrentamientos, consolidó a Yumbel como un punto clave en la guerra de la Araucanía.

IMPORTANTE EN LA INDEPENDENCIA DE CHILE

Con la llegada del siglo XIX, Yumbel vivió momentos decisivos en el proceso de Independencia de Chile. El fuerte fue escenario de los movimientos y luchas que marcaron esta etapa de la historia nacional, siendo utilizado como cuartel general durante la Guerra a Muerte y un lugar de encuentro para importantes figuras como Bernardo O'Higgins y Manuel Bulnes.

En 1825, se convirtió en un espacio clave para el parlamento entre la naciente república chilena y las distintas parcialidades del pueblo mapuche, una reunión que sería fundamental para la firma de un tratado de paz.

Sin embargo, la historia de Yumbel no estuvo exenta de tragedias. El terremoto de 1835, conocido como La Ruina, devastó la plaza y la urbanización espontánea que se había formado alrededor del antiguo fuerte. A pesar de este catastrófico evento, la ciudad renació.

El siglo XIX también fue testigo del auge ferroviario, especialmente con la construcción de la estación de ferrocarriles de Yumbel, señaló Herlitz Cifuentes. Este desarrollo mejoró la conectividad, impulsó la llegada de inmigrantes y promovió la productividad agrícola, sobre todo en la viticultura y la siembra de cereales.

La estación de trenes se convirtió en un motor de crecimiento urbano. Ya en el siglo XX, Yumbel consolidó su identidad como un centro urbano vibrante. Tras el terremoto de 1939, se construyeron importantes edificios públicos como el Edificio Municipal, el Teatro Municipal y la Cárcel Pública, entre otros.

Además, la festividad de San Sebastián, que tiene más de 350 años de historia, sigue siendo un evento trascendental para la comunidad, que la celebra con devoción cada año.

Pero Yumbel no solo es testigo de la historia nacional, también posee una riqueza cultural y patrimonial que se extiende más allá de sus calles. El territorio de la comuna ha sido el escenario de batallas, fundaciones y procesos históricos que han marcado la historia de Chile.

Desde la Aguada, un modelo agroindustrial, hasta el pasado ferroviario de la Estación Yumbel, pasando por el legado de Rere como centro administrativo y religioso, la comuna cuenta con una vasta herencia que sigue siendo un testimonio vivo de su evolución.

Hoy, Yumbel es mucho más que un municipio; es un símbolo de resistencia, adaptación y transformación. Sus calles, sus festividades, y su rica historia son un recordatorio constante de que el pasado sigue vivo en la memoria colectiva de sus habitantes.




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