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Capturar una foto en pleno vuelo de una luciérnaga sin duda que es un desafío que muy pocos han logrado vencer. Sin embargo, si tuvo la fortuna de ver su bioluminiscencia es difícil que logre olvidar ese recuerdo, más aún si formó parte de sus juegos de infancia.
Ahora que se aproximan los meses de verano, estos insectos coleópteros, harán su aparición en algunos lugares apartados y privilegiados de la provincia de Biobío, que cuentan con las condiciones ideales para sus rituales de apareamiento.
En entrevista con diario La Tribuna, el Dr. Raúl Briones, investigador pleno y jefe del Programa de Conservación de Fauna Bioforest-Arauco dijo que actualmente los hábitats son escasos para estas especies.
"Las luciérnagas son insectos coleópteros y bio purificadores de la calidad de hábitat. Si uno ve una luciérnaga es porque el suelo, la vegetación y el ambiente son de buena calidad y no hay contaminación. Sin embargo, si hubiera una mínima contaminación las luciérnagas no podrían sobrevivir a eso".
No solo en la provincia de Biobío, las luciérnagas enfrentan una situación alarmante debido a factores que resultan críticos y que amenazan a su supervivencia. En ese sentido, el Dr. Briones explicó que "las luciérnagas sufren por tres razones esenciales". Detalló que a diferencia de hace algunas décadas donde era común divisarlas, la contaminación lumínica y otros factores han impactado negativamente.
Agregó que han ido desapareciendo "por la pérdida del hábitat al eliminar la vegetación donde viven estos insectos. Además, por problemas con la bioluminiscencia que es la nuestra por las luces de la calle, de los autos, de las casas y todo eso afecta porque no permite que machos con hembras se puedan ver y no tienen ciclo reproductivo", lo que deriva en una disminución respecto de su población.
En los rituales de cortejo de estos insectos, la capacidad de generar destellos en medio de la oscuridad resulta crucial y el exceso de iluminación impide cumplir con ese ritual de la naturaleza.
En la práctica, sin ciclo reproductivo viable y con su hábitat cada vez más reducido, las luciérnagas están más cerca de la extinción, quedando en el recuerdo las noches de verano con sus destellos. "Sus hábitats son escasos. Ahora queda llegar y preguntarle a la gente si ha visto una luciérnaga últimamente o preguntarnos si somos la última generación que vio volar una luciérnaga" dijo en Dr. Briones en entrevista reciente diario La Tribuna.
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