Madre que dio a luz con carabineros cuenta su historia en exclusiva

Caroline Riffo quería tener un embarazo tranquilo y por lo tanto fue bastante reservada con respecto al bebé que venía en camino. Sólo cuatro personas de su entorno sabían que ella estaba embarazada.

Sin embargo, no se imaginó que las inquietas ganas de su pequeño hijo por conocer este mundo, harían que su nacimiento fuera portada del Diario La Tribuna.

Y es que ni siquiera ha hablado con sus amigos todavía. Desde que comenzaron las contracciones del parto, que no ha visto su celular. Ni Facebook, ni whatsapp, todo lo que saben de ella es a través del Diario. Una anécdota que nunca pensó vivir, pero que se toma con humor.

MERECIDO DESCANSO

Caroline y su hijo recién nacido se encuentran descansando en la habitación número 1 de la sala de Maternidad del complejo asistencial Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles.

La madre se muestra feliz. Todas las madres de esa sala tienen esa cara de amor que sólo pueden poner los padres al admirar a sus hijos.

A su corta vida, que no supera las 24 horas, el bebé de Caroline descansa sereno junto a su madre, quien no deja de prestarle atención y acariciarlo mientras duerme.

Es una escena natural de una madre con su guagua en la maternidad de un hospital, sin embargo, esta pequeña criatura descansa de lo que fue su primera gran aventura en esta vida, la que tuvo que enfrentar al momento de nacer.

EL MILAGRO DE LA VIDA

No tenía que nacer este martes, según las predicciones médicas. Pero el pequeño tenía reservada una sorpresa para su mamá y su papá, quienes tuvieron que hacerse cargo en el baño de su propia casa, del nacimiento de su segundo hijo.

Dicen que los acontecimientos más especiales son aquellos inesperados, y que éstos no respetan plazos. El momento del nacimiento, tampoco escapa a esta creencia popular.

Un desafío, un acierto, una oportunidad, un regalo; como sea que quiera verse; esto representó una experiencia imborrable para los jóvenes padres que tuvieron que atender el parto de su bebé por ellos mismos, sin ayuda alguna, ni mucho menos preparación previa.

Son de esos momentos en la vida en que toca enfrentarse a la realidad en su estado más puro, situaciones en que la propia existencia se pone a prueba, donde una mala decisión puede conllevar una gran tragedia, pero donde un acierto de lucidez, pueden traer consigo, el milagro de la vida.

UN PARTO INESPERADO

En un presente como el de hoy en día, donde todo está al alcance de nuestro pulgar a través de nuestro teléfono, no esperaríamos tener que enfrentarnos a situaciones críticas que identificaríamos de décadas e incluso siglos pasados, como es por ejemplo el atender el parto de un hijo.

No obstante, una joven pareja angelina tuvo que enfrentarse a esta situación, simplemente porque las circunstancias se dieron para que sucediera de aquella forma, porque la vida se les plantó en frente de una manera particular.

Caroline Riffo, la joven madre, habló con La Tribuna y relata el momento más trascendental de su vida de la siguiente forma:

“Estábamos en la casa y le digo a mi pareja que estaba con contracciones y que me sentía mal. Él estaba arreglando el auto entonces no me pescó mucho”, sonríe.

“Después me dijo: tómate una agüita. Ahí yo le digo: ¡pero cómo me voy a tomar una agüita! Entonces el responde: ya entonces llamemos a tu mamá”, haciendo uso inmediato del comodín de la suegra.

Sin embargo, no hubo tiempo para recibir la ayuda de nadie. Además, como el auto se estaba reparando, no podían salir de inmediato a lo que ya era la inminente llegada de su esperado retoño. El taxi debía venir lo antes posible, pero aquello tampoco sucedió.

“No llegó nunca el taxi”, relataba Caroline, contando que “al final llamamos a la ambulancia”, pero para eso no hubo ningún tiempo de espera. El bebé estaba pronto a nacer.

“Nació en el baño” cuenta felizmente aliviada, aprovechando la emoción del recuerdo para acariciar y mirar a su bebé que se encontraba sano y salvo junto a ella en aquella cama de hospital.

“Mi pareja me ayudó”, comenta orgullosa. “Él atinó, no se puso nervioso ni nada, sabía en todo momento lo que hacía. Recibió al bebé, lo abrigó, presionó el cordón umbilical, hizo todo sin ponerse nervioso”. “Fue súper rápido todo”, contó sobre el parto.

CARABINEROS: PRIMEROS EN LLEGAR

La policía uniformada llegó a la casa de la joven pareja justo después de que Caroline diera a luz. “La carabinero fue quien llegó a cortar el cordón”, relata la mamá.

“Cuando llamamos a la ambulancia, ellos llamaron a Carabineros, quienes llegaron primero”, puntualizó. “La carabinero me tocaba y me preguntaba incansablemente como estaba”, dice sobre la preocupación de la funcionaria Cynthia Oñate.

“Ni el taxi ni la ambulancia lograron dar con la dirección de mi casa”, aclaró.

SE BUSCA NOMBRE

El pequeño recién nacido, quien ya ha demostrado que vino a esta vida para cambiar el orden de las cosas, aún no tiene nombre. Es que sus padres no logran decidir cómo va a llamarse el niño.

“Mi suegra quiere que se llame Joaquín Ignacio, pero yo quiero un nombre especial”, cuenta riéndose con la inocencia que expresa la cara de una persona muy feliz.

Su pequeñito hijo debía nacer el 6 de junio, pero el bebé expresó claramente que no le gustan las esperas, 37 semanas fueron suficientes para él.

“Yo no le dije a nadie que estaba embarazada, sólo a los amigos más cercanos, no más de cuatro personas aparte de la familia”. “Mi teléfono quedó en la cartera en la casa y no lo he visto desde el parto”, finalizó Caroline.

Su hijo ya hizo que toda la Provincia sepa de su existencia. Aunque aún no tenga un nombre, también logró separar a su mamá de las redes sociales y asimismo puede hacer que muchos reflexionen sobre lo que es realmente importante en esta vida.