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Buscan relevar importancia y valor patrimonial de los fuertes Príncipe Carlos y Ballenar

Equipo de especialistas está realizando excavaciones arqueológicas y llevando a cabo charlas con las comunidades vecinas a los recintos para poner en valor ese tipo de construcciones que son testimonio de la época colonial.

Escalinatas de acceso al fuerte Ballenar, en Antuco., Cedida
Escalinatas de acceso al fuerte Ballenar, en Antuco. / FUENTE: Cedida

"Hay una historia muy potente", afirma el arqueólogo Roberto Campbell mientras observa su entorno. El lugar es la escuela rural El Castillo, en la comuna de Santa Bárbara, donde pocos minutos antes - junto a su equipo de investigadores - impartió una charla sobre patrimonio a los estudiantes de ese establecimiento. Pero también sobre un recinto muy cercano, que tiene varios siglos de historia y que, sin embargo, se encuentra sumido en el más profundo de los olvidos.

Es que a pocos kilómetros de ahí se encuentra el fuerte Príncipe Carlos, en la margen sur del río Duqueco, muy cerca de la localidad de Villucura y de la Hacienda San Lorenzo.

La construcción de la fortificación española fue ordenada a mediados de 1788 por el gobernador Ambrosio O’Higgins (padre de Bernardo O’Higgins), con el propósito de contener las incursiones mapuches y pehuenches hacia el valle central.

Sin embargo, su existencia es prácticamente desconocida. Es que las menciones sobre este fuerte son muy escasas, salvo un puñado de documentos de época que hoy se almacenan en la Biblioteca Nacional.

Los residentes en la zona siempre supieron de su existencia. Para varios de ellos, era un lugar de juegos y también de algunos mitos y creencias. Ahora, el fuerte Príncipe Carlos está de árboles y matorrales que dificultan su acceso.

Roberto Campbell lidera un equipo de arqueólogos y arquitectos que busca relevar la importancia de esos lugares sobre los cuales se ha hecho muy poca investigación, mucho menos su puesta en valor.

A través de una iniciativa financiada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, se están focalizando en los fuertes Ballenar (en Antuco) y Príncipe Carlos. Desde marzo de este 2023, el equipo ha realizado prospecciones arqueológicas en ambos recintos, además de llevar a cabo reuniones y talleres con las comunidades donde se ubican ambas edificaciones.

Campbell contó que el trabajo se basa en un estudio elaborado en el territorio por la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, el cual rastreó el sistema de fortificaciones levantado en torno al río Biobío, incluidos los construidos en el entorno de los ríos Laja y Duqueco.

Dicho estudio se concentró en 14 puntos mostrados en los mapas elaborados en 1793 por el ingeniero militar Juan de Ojeda, por encargo del gobernador Ambrosio O'Higgins, que describían el estado en que estaban estos sitios, permanentemente asolados por mapuches.

Campbell reconoce que puntualmente con los fuertes Ballenar (en Antuco) y Príncipe Carlos, que tienen vestigios patrimoniales de importancia, "no se ha hecho mucha investigación". Por lo mismo, sostuvo que ese tipo de trabajos "es una muy buena justificación para conocer el territorio y ver si hay interés para desarrollar una cultura patrimonial".

En el caso específico del fuerte Ballenar, que es uno de lo que se encuentra en mejor estado de conservación, se analizarán los restos arqueológicos que fueron retirados a principios de los años ’90 y que han permanecido almacenados de ese entonces en las dependencias de la Universidad de Chile.

Esa fortificación data de 1787 cuando fue ordenada su construcción por Ambrosio O’Higgins, en ese entonces intendente de Concepción, con el propósito de controlar el tráfico por el paso Pichachén o Boquete de Antuco.

Ese recinto, en una superficie de 1,5 hectáreas, fue comprado por la Pontificia Universidad Católica de Chile con el propósito de recuperarlo para que tenga la categoría de monumento histórico nacional.




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