Opinión

Sexto retiro: una lección no aprendida

Señora directora

Debido a la baja demanda en el rubro inmobiliario, un nuevo retiro podría ser tentador.  Sobre todo si vemos lo que pasó en 2020: la compra de viviendas aumentó sustancialmente, gracias a la liquidez que recibieron las personas y otras medidas implementadas para reactivar el sector. ¿Pero quiénes estaban comprando?

Si el proyecto viera la luz, sólo un 5% de los fondos llegaría al quintil más pobre del país y más del 40% al más rico. Pese a esto, el sexto retiro se ha convertido en el caballo de batalla de algunos políticos que han llevado el tema a ámbitos en los que no merece discusión, como la propaganda electoral del Consejo Constitucional.

De aprobarse, los perjudicados serían aquellos por los que -supuestamente- abogan los defensores del retiro: sectores con menor poder adquisitivo, que producto de la inflación, han deteriorado su capacidad de ahorro. En definitiva, la solución sólo agravaría el problema, pues está comprobado que la medida afecta el mercado de capitales, lo que repercute en condiciones más restrictivas para el acceso al crédito. Un capítulo que parte de la clase política pasó por alto y que, al parecer, prefiere olvidar con tal de ganar espacio electoral.

Sergio Barros, director ejecutivo de Enlace Inmobiliario.

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