La Ley 21.180 de Transformación Digital del Estado debía comenzar a funcionar en un 100 por ciento en noviembre de este año, sin embargo, la pandemia provocó que esta fecha límite se aplazara hasta noviembre de 2027, cuestión que debe ser analizada de forma detenida, pues un cambio de "paradigma" en la vida de las personas y de las instituciones en Chile es difícil, pues sabido es que a nuestra Nación le cuestan los cambios.
Mulchén ha sido uno de los pioneros en el país en la implementación de la Ley 21.180 y lo que hemos logrado con ella, pese a toda la resistencia que vivimos es solo un ganar - ganar o "win - win" como se conoce hoy, porque hemos mejorado la eficiencia, disminuido centros de costos importantes relacionados con el papel, tinta y traslados de archivadores desde nuestra ciudad a Los Ángeles, Concepción y Santiago, porque antes, el papel debía llegar a todas partes, incluido el Archivo Nacional, que hoy ya permite el ingreso de documentos a través de las plataformas digitales, pero sigue recibiendo el papel, porque la instalación de esta norma no ha sido igual ni en las municipalidades ni en las instituciones del Estado.
Para ejemplificar lo antes mencionado haré una pequeña línea de tiempo que me lleva a concluir que los problemas en la implementación de la 21.180 pasar por la dificultad de cambios de paradigmas y por una especie de "abandono" del Estado con sus instituciones y lo planteo así porque sus administradores del Siglo XXI no han sido capaces de explicar y apoyar una norma que facilita todo, pero lo más importante, es que va en director beneficio de los y las usuarias de nuestros municipios.
La Ley de procedimiento administrativo 19.880 del año 2003 estipulaba que los actos, procedimientos y expedientes deben llevarse en papel y coloca como posibilidad llevarlos en medios electrónicos. La ley 21.280 de noviembre del 2019 de transformación digital obliga a llevar que dichos actos, procedimientos, expedientes sean digitales y se lleven en medios electrónicos. Además, se publicó una ley de ciberseguridad, otra de documento y firma electrónica, otra (18.845) de microcopia o micro grabación y la 21.045 que crea el Ministerio de las Culturas y las Artes y el Patrimonio dado que es este es el que lleva el Archivo Nacional en papel y que ahora permite, también, el archivo digital.
En síntesis, en Chile tenemos varios ejemplos de leyes y medidas que han tenido una buena ejecución como: la Ley de Compras y Contratación Pública, el Sigfe o Sistema de Gestión Financiera del Estado y la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública o 20.285. Pero, que con esta última, se ha avanzado y se ha cumplido porque establece la imposición de penas y medidas sancionatorias a las autoridades y superiores jerárquico. La ley de transformación, lamentablemente aún no llega a eso, básicamente porque los plazos se han extendido.
Durante esta semana fue invitado por la Asociación Chilena de Municipalidades a sus escuelas de verano para exponer sobre nuestra experiencia en la implementación 21.180 y déjeme decirle que hoy el 98 por ciento de los funcionarios de Mulchén ven como indispensable la digitalización, pero para que ello ocurriera, venimos remando hace ya varios años contra la corriente y le ganamos, por eso me siento con la autoridad nacida en la "praxis" para decirle al Estado y a sus administradores que ayuden aún más a los municipios, que muestren nuestra experiencia tal como lo hacemos nosotros con nuestros pares (capacitamos una y otra vez a alcaldes/as y funcionarios/as de todo Chile, que ya conocen lo que hemos hecho) y tal como nos lo solicitó la ACHM en esta Escuela de Verano.
La tecnología, señores y su Inteligencia Artificial son parte del presente, pero esta debe estar al servicio de la persona y no la persona al servicio de ella. La oportunidad es única, es un desafío gigante que implica ir con lo establecido y la costumbre, pero aquí estamos para mostrar que si Mulchén lo hizo bien, todos podemos hacerlo bien.
Jorge Rivas Figueroa
Administrador Público
Licenciado en Ciencias Políticas