Opinión

La mujer en la agricultura y su aporte innovador

Directora
Escuela de Agronomía Universidad de Las Américas

Pilar Ulloa, Universidad de Las Américas
Pilar Ulloa / FUENTE: Universidad de Las Américas

A principios del siglo XX, la agricultura en América Latina -especialmente en Chile- era un pilar fundamental de la economía, aunque la participación de las mujeres en este sector era casi nula, especialmente en roles de liderazgo y toma de decisiones. La mayoría estaban ausentes en las facultades de Agronomía y su presencia en el ámbito agrícola se limitaba a trabajos secundarios. Sin embargo, el panorama comenzó a cambiar con figuras pioneras como Victoria Tagle Cavieres, quien en 1931 se convirtió en la primera mujer ingeniera agrónoma de Chile y Latinoamérica. Su trabajo en la investigación de técnicas agrícolas y en la mejora de la producción marcó un hito, ya que su enfoque integral vinculaba la productividad con la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades rurales.

Posteriormente las mujeres comenzaron a ganar terreno en las facultades de Agronomía de América Latina, aunque su presencia seguía siendo baja, representando menos del 10% de los estudiantes. Fue en las últimas décadas del siglo pasado, con el impulso de movimientos feministas y la mayor apertura de las universidades, que la cifra creció entre el 15 y 20%. En el siglo XXI, el acceso de las mujeres a la educación superior se amplió considerablemente gracias a políticas de inclusión y la aparición de nuevas áreas de interés, como la biotecnología, la ingeniería ambiental y la gestión sostenible de los recursos naturales.

Hoy las mujeres constituyen entre el 40% y el 50% de los estudiantes de Agronomía en países como Argentina, Brasil, México y Chile. Muchas se destacan en roles de liderazgo en investigación y desarrollo agrícola. Este cambio refleja una evolución significativa en la igualdad de género y en el reconocimiento del impacto transformador que estas han ejercido en sus respectivas áreas de estudio.

Entre las figuras más destacadas de este proceso se encuentran, además de Victoria Tagle Cavieres, Sara Borrell Ruiz (España) y Celia Yacoub (México), tres ingenieras agrónomas cuya innovación ha dejado una huella indeleble en la agricultura. Victoria, como pionera, introdujo nuevas metodologías para el uso del suelo y la mejora de cultivos en nuestro país, las que aumentaron la productividad sin perjudicar los ecosistemas. Sara, por su parte, ha trabajado en biotecnología agrícola, desarrollando cultivos resistentes a la sequía, lo que ha sido clave para mejorar la seguridad alimentaria en regiones vulnerables, un desafío crítico en América Latina. Celia se ha centrado en la innovación de sistemas agrícolas sostenibles y en la promoción de la agricultura orgánica, impulsando técnicas como la agroforestería y la permacultura, que buscan armonizar la producción con la conservación ambiental.

Estas tres mujeres no sólo son pioneras en sus campos, sino que han sido esenciales para promover la sostenibilidad, equidad e innovación. Hoy, sus legados siguen más vivos que nunca, impulsando una creciente conciencia sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad en la agricultura.

Pilar Ulloa

Directora Escuela de Agronomía Universidad de Las Américas

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