Eran cerca de las 21:30 horas del sábado 30 de noviembre. La víctima se desplazaba a bordo de una bicicleta por calle Tucapel en dirección a su casa en villa San Luis, cuando -al llegar a calle Ercilla- dos sujetos lo abordaron para preguntarle la hora.
"Yo se las doy; de repente, empezamos a forcejear, me pongo a pelear con uno de ellos, mientras que el otro saca una pistola y me impacta dos balas: una en el cuello y la otra en la cara, al lado de la oreja", relató el joven que, por motivos de seguridad, no quiso que su nombre fuera revelado.
Tras lo sucedido, relató la víctima, intentó parar a los vehículos que a esa hora transitaban por el sector; sin embargo, ninguno paró a prestarle auxilio.
La noche del asalto pensó lo peor. "No sentí ninguna de las dos balas; de repente empezó a salirme sangre desde la cara y cuando me prestó auxilio la persona me dijo que tenía una bala en el cuello y recién ahí me percaté de que tenía una bala en el cuello", agregó el joven.
Pese a los esfuerzos de la víctima por impedir el atraco, los delincuentes le sustrajeron su banano y también se llevaron su bicicleta.
Mientras esperaba a que la ambulancia se apostara en el lugar, llegó Carabineros. El vehículo de emergencia lo trasladó hasta el Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz"; sin embargo, "no sabría decirle en la parte donde estuve primero pero me dicen que debo hacerme un examen, me hago los exámenes y después paso a cirugía, al otro día. Me hacen unos exámenes porque me dijeron que podía estar comprometida una vena que va para los pulmones; me hacen los exámenes. Al otro día, pasa una doctora y me dice que voy a pasar a pabellón para que me extraigan las balas", detalló el joven.
Sin embargo, para su sorpresa, otro médico le dijo que la operación no se llevaría a efecto y lo dio de alta. En ese momento, "le dije pero ¿cómo si todavía tengo las balas dentro de mi cuerpo? Y me dice que no es necesario (intervenir) porque no estaba en riesgo. Después pasa otra doctora y me dice lo mismo", expresó la víctima.
Al cierre de esta edición, el joven aún permanecía internado en el Hospital Base de Los Ángeles a la espera de ser reevaluado y, así, determinar si es que efectivamente lo someterían a una intervención quirúrgica o no para extraerle las balas.
