En lo público, todo fin de año y amanecer de un nuevo periodo, es terreno fértil para dar cuenta de los avances alcanzados y los desafíos que se avecinan, una suerte de balance que bosqueja la impronta de la gestión gubernamental en diversas áreas y materias.

Durante el tercer año del Presidente Gabriel Boric, la ciudadanía ha sido testigo de una importante y destacada batería de políticas públicas, en este contexto estamos satisfechos porque hemos ido concretando iniciativas legales muy esperadas por la ciudadanía y que significan un salto cualitativo en las condiciones de vida, dignidad y respeto para la gente.

Nuestro compromiso como Gobierno ha sido fortalecer la seguridad social y garantizar el derecho a la salud, en este caso, implementamos el "Copago Cero", en que más de 16 millones de personas beneficiarias de FONASA no pagan por las atenciones que reciben en sus Centros de Salud Familiar, Hospital u otro recinto al que accedan en la Modalidad de Atención Institucional, es decir, en la Red Pública.

El Gobierno despide el año con la implementación de medidas tan importantes como las "40 horas" y el aumento histórico del sueldo mínimo a 500 mil pesos, o la "Ley Karin" que busca mayor dignidad y justicia para los trabajadores respecto a los comportamientos de sus superiores jerárquicos.

Es justo recordar lo que ha significado el pago de pensiones de alimentos para adolescentes y mujeres, así como  la estabilización que logró el Gobierno de la economía en comparación a cómo lo recibió y lo realizado en materia de migración durante 2024 mostrando una fuerte disminución en los ingresos migratorios irregulares de manera manifiesta.

Por otro lado, el golpe que significó el cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato marcó el 2024 en la región, por sus consecuencias multidimensionales, principalmente en el empleo. Pero visionariamente  el Gobierno propició la creación del Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío, a través del cual se busca reimpulsar al sector productivo, a través de la aceleración de inversiones privadas y públicas, la reorientación de recursos para el desarrollo de nuevas industrias, y la creación de nuevos espacios que estimulen la economía y el empleo.

Quedan desafíos relevantes, por cierto, como el ingresado proyecto del "Fin al CAE" o la solución de la "Deuda Histórica" con los profesores, que esperamos poder aprobarlos.

Pero tal vez el más trascendental y emblemático de todos, por su urgencia para millones de compatriotas, es lograr tener una ley de reforma a las pensiones, que otorgue dignidad a las y los jubilados,  situación donde parte de la oposición no ha querido avanzar.  Nosotros, sin embargo, agotaremos todos nuestros esfuerzos para que esta reforma pueda ser realidad.  Por convicción. Por el bien social de todas las personas que hoy requieren mejores pensiones en nuestro país.

Jacqueline Cárdenas Millar

Seremi de Gobierno