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El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) tomó medidas firmes en busca de justicia por los presuntos abusos sufridos por los soldados conscriptos de la Brigada Motorizada N°24 "Huamachuco", ubicada en Putre.
A raíz de la trágica muerte del soldado Franco Vargas, el INDH presentó una querella detallando escalofriantes condiciones de maltrato y negligencia.
El relato presentado por La Tercera es perturbador. Según el informe, alrededor de 250 jóvenes soldados conscriptos habrían sido privados del sueño y expuestos a condiciones extremas de frío y radiación solar. Además, se denuncia el uso de letrinas insalubres y la alimentación inadecuada, incluyendo el consumo de alimentos contaminados con fecas de ratones.
La crueldad no se detenía ahí. Según recogió el medio, un grupo de 45 conscriptos "fueron sometidos a golpes de pies y puños por parte de sus superiores a cargo, en cualquier contexto y momento: mientras se desarrollaba la instrucción, cuando dormían, comían o durante las caminatas". Además, añade que "estas caminatas podían ser nocturnas con temperaturas bajo cero, sin la ropa adecuada o durante el día sin la protección solar mínima".
Por lo que también eran víctimas de constantes humillaciones, con frases homofóbicas y de connotación sexual por parte de sus superiores. El desprecio por la vida humana quedó expuesto en la frase repetida tras la muerte de Vargas: "un pelao menos es mejor".
El caso tomó un nuevo giro con la admisión de la querella por parte del Juzgado de Garantía de Arica. Por lo que, la jueza Paulina Zúñiga programó una audiencia para el 30 de mayo para determinar la competencia de los tribunales civiles en este caso. Por su parte, el INDH solicitó que el caso sea visto en la justicia civil, argumentando que la gravedad de los hechos amerita un proceso fuera del ámbito militar.
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