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Con las medidas cautelares de firma mensual y arraigo nacional. Ese fue la decisión del Juzgado de Letras y Garantía de Laja para los dos integrantes del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles que fueron detenidos en un sector rural de la comuna del papel, mientras llenaban la piscina de un predio con agua que habrían sacado de un grifo.
Se trata de un comandante y un cuartelero (funcionario contratado), ambos de la Tercera Compañía de Los Ángeles, a quienes el Ministerio Público formalizó por el delito de usurpación de agua.
De acuerdo a información entregada durante la audiencia, se habrían sacado 12 mil los litros de agua desde un grifo en Los Ángeles de propiedad de la empresa sanitaria Essbío, cuyo avalúo supera el medio millón de pesos.
El recurso fue llevado en el carro de bomberos hasta un predio particular del sector de Quelén Quelén, al nororiente de la ciudad de Laja, para llenar una piscina. Dicha operación se habría realizado sin los permisos ni la autorización correspondiente.
Asimismo, habrían sido al menos tres los viajes hechos para transportar el agua, debido a la capacidad de la máquina utilizada en esta oportunidad.
Para las 11 horas del próximo viernes 31 de enero de 2025 se fijó la audiencia de procedimiento abreviado o salida alternativa, lo que implicaría que aunque se determine su responsabilidad en los hechos, los imputados no purgarían con privación de libertad.
El hecho se registró durante la tarde del domingo recién pasado y habría sido denunciado por vecinos de Quelén Quelén. Las quejas de los residentes fueron porque la pesada máquina causó daños a un puente de uso vecinal.
Gracias a las cámaras de seguridad, sumado al trabajo conjunto entre Carabineros y Seguridad Pública, se rastreó el vehículo de emergencia involucrado.
Tanto el comandante como el maquinista habrían sido sorprendidos en flagrancia, siendo detenidos en el lugar y posteriormente llevados al cuartel policial, mientras que el carro fue incautado por Carabineros.
Al respecto, el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, Raúl Márquez, fue cauto a la hora de calificar el episodio que involucró al comandante de la institución y a un funcionario rentado (el conductor). "A nosotros no nos interesa vernos involucrados en una situación que no corresponde", insistió.
Sin embargo, fue enfático en indicar que "no protegeremos irregularidades; si las ha habido, serán sancionadas por la institución y si además constituyen delitos o responsabilidades civiles, tendrán que -los medios respectivos, a través de la jurisdicción, ya sea civil o penal- aplicar las medidas que estimen conveniente. Nos pediremos prorrogativas especiales ni tratamientos especiales".
Además, detalló que una vez que se enteraron del incidente, "se adoptaron los protocolos internos nuestros, primero, para generar la investigación interna, la cual seguirá su curso".
Márquez explicó que frente a este tipo de hechos, el reglamento interno considera lo sucedido como una falta eventualmente grave, que pudiere ir desde sanciones de separación hasta la expulsión de la institución.
"No me estoy pronunciando sobre cuál de esas medidas es la que corresponde aplicar porque para eso tienen que funcionar los reglamentos internos de nuestro Cuerpo de Bomberos", puntualizó el superintendente del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles.
A las 20:00 horas de este lunes, se citó al directorio general del Cuerpo de Bomberos a una reunión extraordinaria a fin de revisar los antecedentes recabados y, sobre esa base, adoptar las primeras medidas en relación a la materia.
Uno de los argumentos expuestos en la audiencia de formalización es que tanto el comandante como el maquinista habrían prestado un servicio de agua, llevando este vital elemento hasta el lugar donde fueron detenidos.
Según Márquez, se trata de una atribución del Cuerpo de Bomberos de Los Angeles que no tiene su par de Laja, salvo en situaciones de emergencia.
Sin embargo, precisó que existe un procedimiento que establece que debe ser solicitado por la persona, debiendo concurrir al Cuerpo de Bomberos con el recibo de compra del recurso hídrico a Essbío, "de manera que la cantidad de agua que compre el requirente es de propiedad de él y no de Essbío, y eso nos habilita a hacer el transporte. Nosotros hacemos un servicio de transporte, no de venta de agua".
En el caso denunciado, aseguró que verificarán se cumplieron o no los protocolos para prestar dicho servicio de agua, lo que estaría siendo investigado de manera interna por el Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles.
Diversas reacciones generó esta situación tanto a nivel de Gobierno como en la misma institución bomberil.
Si bien el delegado presidencial provincial del Biobío, Javier Fuchslocher, destacó el incansable trabajo que realizan los funcionarios de Bomberos de todas las compañías de Bomberos de la provincia, también reprochó el actuar de ambos miembros de la Institución. "Como Gobierno, condenamos absolutamente esta situación por tratarse de recursos públicos y también porque estas personas representan a una de las instituciones más confiables y valoradas por nuestra comunidad. Estamos en plena temporada de incendios forestales y estos hechos revisten un carácter gravísimo; ante esta situación, esperamos los resultados completos de la investigación y, en este sentido, que la justicia sancione con respecto a ello", detalló Fuschlocher.
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