La Fiscalía de La Araucanía reveló detalles estremecedores del crimen, describiéndolo como un "fusilamiento". Según las pericias, las lesiones de las víctimas sugieren que los disparos fueron realizados con el arma apoyada directamente en sus cuerpos y desde arriba.
Durante la audiencia de formalización de Tomás Antihuen realizada este lunes a las 10:00 horas, el fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, relató la cruel emboscada y ejecución de los tres carabineros, quienes luego fueron quemados dentro de su vehículo el pasado 27 de abril.
De acuerdo con la investigación, los hechos ocurrieron la noche del 26 de abril de 2024.
A las 23:00 horas, los funcionarios de la 4ª Comisaría de Carabineros de Los Álamos —sargento primero Carlos José Cisterna Navarro y los cabos primero Sergio Antonio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid— patrullaban la zona rural de Cañete en una camioneta blindada.
Su misión era fiscalizar la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno impuesta a Carlos Edgardo Antihuen Riquelme por porte ilegal de armas y drogas.
Una emboscada en la oscuridad
Al llegar al kilómetro 25 de la ruta P-72S, tomaron un camino vecinal hasta un callejón sin iluminación, donde encontraron el portón de la propiedad cerrado.
Los uniformados fueron reducidos violentamente y despojados de su equipo: una cámara Go Pro, radios portátiles, celulares, chalecos antibalas, escudos balísticos, cascos, tres pistolas Taurus 9 mm, seis cargadores con 90 cartuchos, dos ametralladoras Uzi, dos cargadores con 100 cartuchos, una escopeta Winchester calibre 12 con 50 cartuchos, una carabina lanza-gases de 36 mm y otras especies.
"Fusilamiento" y simulación de enfrentamiento
Fiscal Garrido: "Las tres víctimas fueron ejecutadas fuera del vehículo, sin posibilidad de defensa. Fueron asesinadas en el mismo lugar con disparos a quemarropa."
La Fiscalía detalló que una de las armas utilizadas en el crimen fue la subametralladora Uzi que pertenecía al cabo Arévalo.
Esta arma fue hallada en poder de Tomás Antihuen al momento de su detención.
Además, los atacantes usaron el armamento robado para simular un enfrentamiento en el kilómetro 24 de la ruta P-72S.
Brutalidad en los disparos
Las pericias médicas revelaron el nivel de violencia del ataque:
- Carlos Cisterna Navarro: falleció por un disparo de escopeta que le provocó un trauma torácico severo con fractura de costillas, daño pulmonar y cardiaco.
- Sergio Arévalo Lobos: recibió al menos cuatro disparos, con heridas mortales en el cráneo, la vía aérea, la vértebra cervical y las arterias carótida y yugular.
- Misael Vidal Cid: fue impactado en la región occipital derecha, sufriendo un traumatismo cráneo encefálico fatal, además de lesiones en la columna dorsal y el pulmón izquierdo.
La quema de los cuerpos
Tras la ejecución, los imputados cargaron los cuerpos en la camioneta policial y los trasladaron por un camino interior de la comunidad Nicolás Calbullanca hasta la ruta P-72S.
Ya en la madrugada del 27 de abril, en el kilómetro 24, incendiaron el vehículo y los cadáveres utilizando el combustible de una motosierra policial.