Salud

Llaman consumir alimentos de forma mesurada durante Semana Santa

Una experta en nutrición entregó recomendaciones fundamentales para evitar que las celebraciones se vean empañadas por algún daño a la salud, enfocado principalmente en el cuidado de los más pequeños.

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Se acerca el feriado de Semana Santa, fijado para este viernes 07 y sábado 08 de abril, y la tradición de consumir pescados y mariscos se vuelve a hacer presente este 2023. Algo que tienen claro las autoridades, como la Seremi de Salud del Biobío, que ya iniciaron el periodo de fiscalizaciones a nivel provincial. Un programa que tiene por finalidad impedir que las personas adquieran productos del mar en mal estado o en lugares no autorizados.

No obstante, durante estas celebraciones los expertos también enfatizan en la importancia de una ingesta moderada de alimentos. Ya que esta fiesta religiosa, influenciada por el comercio, se caracteriza por promover el consumo de huevos de chocolate a los más pequeños, algo en lo que hay que tener especial cuidado si consideramos que los menores tienen un organismo en desarrollo.

En ese sentido, diario La Tribuna se contactó con María Consuelo Díaz, docente de nutrición y dietética de la Universidad San Sebastián, quien entregó recomendaciones fundamentales para no entorpecer las celebraciones con problemas de salud.

UNA VISIÓN PROFESIONAL

De acuerdo con lo comentado por María Consuelo, durante estos días de Semana Santa se pueden priorizar alimentos “más austeros, como pescados blancos o legumbres”. Aunque de igual forma se pueden comer los tradicionales mariscos, siempre y cuando no sean crudos. “En cuanto al consumo de productos del mar, es fundamental consumirlos cocidos, de esta forma evitamos alguna intoxicación alimentaria, ya que este tipo de alimentos puede tener una alta cantidad de bacterias”, enfatizó la profesional.

LA VISITA DEL CONEJO

Una de las costumbres más arraigadas dentro de esta fiesta religiosa es la ‘visita’ del conejo de pascua, personaje que esconde huevos de chocolate a los más pequeños del hogar. A raíz de esto mismo, Díaz reconoce que existe una tendencia generalizada, tanto en niños como en adultos, a comer golosinas de este tipo. “Sin embargo, hay que recordar que estos dulces no deberían ser parte de la dieta habitual ni de niños ni de adultos, ya que contienen altas cantidades de azúcares simples, los cuales no son muy beneficiosos para la salud”, especificó la entrevistada.

“Mi recomendación como nutricionista es ojalá evitar los excesos, considerando también en qué ciclo vital está la persona. Si es un niño muy pequeño, lo ideal es que no consuma tanto chocolate, puesto que puede desencadenar algún problema digestivo e incluso algún comportamiento hiperactivo. Esto sin olvidar que siempre está presente el riesgo de adquirir caries al consumir alimentos dulces”, complementó.

Asimismo, Díaz dejó un claro mensaje a la comunidad, enfatizando en la importancia de la celebración religiosa por sobre el consumo desmedido de alimentos: “Llamo, principalmente, a la mesura. No es necesario prohibir las golosinas, ya que se puede optar por algún otro tipo de chocolate, con mayor porcentaje de cacao, mayor cantidad de antioxidantes y menor cantidad de azúcares simples. Pero, muchas veces, estos dulces no son del gusto de los niños, así que lo mejor es llamar a la moderación sin olvidar que esta celebración es un momento para compartir en familia, donde se pueden realizar actividades recreativas. Podemos dejar en segundo plano el consumo de chocolate”.

DEJANDO A UN LADO LA COMIDA

En otro punto, la profesional se refirió a las costumbres chilenas, apuntando a cambiar las tradiciones de excesos y a relacionar de mejor forma a los menores con la comida. “Nuestra cultura asocia siempre las celebraciones a exceso de comida, lo que se va perpetuando en el ciclo vital. A esto se le agrega que para los niños los alimentos no deberían ser un premio, sino que debemos internalizar que los alimentos son parte de nuestra vida diaria, son esenciales para la vida y para el crecimiento a raíz de la obtención de nutrientes”, manifestó Díaz.

“Los dulces suelen producir un goce, porque son agradables al paladar, pero no hay que darles la categoría de premio. Y ojalá intentar cambiar este concepto en Semana Santa entregando no solo dulces, sino que también podemos entregar quizás algún juguete de conejo o, por otra parte, algo más recreativo como alguna actividad en familia no enfocada en la comida”, añadió María Consuelo Díaz, docente de nutrición y dietética de la Universidad San Sebastián.

Por último, es importante reiterar el llamado que han realizado constantemente las autoridades de Salud al cuidado y prevención en la adquisición de productos del mar. Esto se vuelve fundamental, en especial para quienes residen dentro de la provincia de Biobío, zona que durante las celebraciones anteriores registró el 97 % de los decomisos que se produjeron en la región del Biobío, con más de 700 kilos incautados y cuatro sumarios sanitarios.

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