Expertos enfatizan en los riesgos para evitar enfermedades originadas en las inundaciones

El actual desastre generado por las subidas descontroladas de agua en distintas zonas de la región puede generar, además del riesgo de perder la vida, la aparición de enfermedades casi intrínsecas a este tipo de ambiente. Esto producto de que las aguas de inundación suelen contener agentes dañinos para la salud de las personas, que de verse expuestos, tiene repercusiones considerables en el organismo.

Especialistas como la Dra. María Elisa Otto, subdirectora médica del Servicio de Salud Biobío, han planteado su preocupación con el actual panorama llamando a la ciudadanía a tener cuidado: "Las aguas producto de inundaciones pueden estar contaminadas y provocar enfermedades (...) Las medidas para prevenir estas enfermedades son lavarse las manos y las heridas con agua limpia y jabón lo antes posible. Si no tiene a mano agua y jabón, use toallitas húmedas o desinfectante a base de alcohol. Trate las heridas y si es necesario busque atención médica".

Por su parte, el Dr. Luis Castillo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma, planteó que, "en general, las enfermedades que se asocian a catástrofes climáticas con la generación de inundaciones donde el barro es lo que abunda son enfermedades respiratorias bronquiales, gripes comunes y enfermedades virales pulmonares tipo influenza A o influenza B". Agregando que dentro del riesgo, también está la probabilidad de adquirir "alguna infección cutánea, producto del barro involucrado".

LA IMPORTANTE PREVENCIÓN

En consideración de este panorama que afecta a comunas como Los Ángeles, el equipo de prensa de diario La Tribuna se contactó con el Dr. Carlos Pérez, infectólogo de clínica de la Universidad de Los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad de San Sebastián, para conocer en detalle los riesgos existentes a raíz de la preocupante situación que se ha registrado luego de este último fin de semana de junio.

"En este momento los riesgos en lo que se refiere a enfermedades infecciosas están dados por factores principales. En primer lugar por el frío y la humedad que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, tanto virales como bacterianas, como resfrío común, sinusitis, bronquitis, otitis aguda o incluso cuadros de neumonia", comenzó explicando Pérez.

"En segundo lugar, la falta de acceso a agua potable puede aumentar el riesgo de infecciones gastrointestinales si el agua que las personas beben o con la cual preparan o lavan los alimentos está contaminada con algún agente microbiano, y por ello es muy importante que las personas consuman agua envasada o hervida", complementó el especialista.

Por otra parte, el Dr. destacó los actuales operativos que se han estado realizando por las entidades de salud: "La autoridad sanitaria está efectuando vacunación contra el virus de hepatitis A que podría eventualmente contaminar aguas y producir casos de este tipo, aunque esta es una enfermedad infecciosa que en Chile, en este momento, tiene muy baja incidencia (...) También recordar que existe el riesgo de que personas sufran lesiones cortopunzantes en alguna parte del cuerpo y ella se vea contaminada con aguas servidas o con tierra, y por lo tanto en este caso aumenta el riesgo de infecciones de piel".

En cuanto a la población que debe tomar mayores precauciones, considerada población de riesgo, el experto detalló que: "Los grupos que tienen mayor riesgo son personas con enfermedades crónicas, adultos mayores y niños pequeños (...) Ante síntomas de alarma, me refiero a fiebre, inapetencia, compromiso de conciencia en el caso de los adultos mayores, dificultad respiratoria, cuadros de diarrea, de vómito, deberían consultar a un centro de salud".

Por el contrario, "si se trata de síntomas menores no es necesario para evitar sobrecargar a los servicios de urgencia (...) Es importante reiterar que para evitar estas infecciones, se debe consumir agua hervida o envasada, utilizar abrigo, evitar la ropa húmeda, ventilar adecuadamente los ambientes cerrados, sobre todo si hay calefacción que puede ser contaminante, y cumplir con la vacunación contra influenza, porque ayuda a proteger al menos contra este virus que seguramente va a aumentar en las próximas semanas", concluyó el infectólogo de clínica de la Universidad de Los Andes.