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La Tribuna

Una de cada ocho personas tiene un trastorno: Experta habla del Día Mundial del Trastorno Bipolar

por Nicolás M.

En conversación con el diario la médico psiquiatra Maritza Herrera ahondó en las implicancias que tiene este padecimiento en la vida de los pacientes y sus familias.

Contexto / Freepik

Esta semana tendrá lugar una nueva efeméride relacionada a la salud, se trata del Día Mundial del Trastorno Bipolar conmemorado este próximo sábado 30 de marzo. Durante la jornada se espera que las distintas entidades y profesionales de la salud contribuyan a visibilizar no solo esta afección, sino que la completa gama de enfermedades mentales que pueden afectar a una persona, colocando especial énfasis en el cuidado de la salud mental.

Alrededor del mundo la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 970 millones las personas que sufren algún trastorno, es decir, una de cada ocho personas. Sin embargo, nuevas estimaciones han dado cuenta que durante la pandemia del coronavirus, los trastornos depresivos y la ansiedad aumentaron en más de un 20 % en un solo año.

En el caso específico del trastorno bipolar, la entidad plantea que durante 2019 cerca de 40 millones de personas mantenían su respectivo diagnóstico. Esto convierte a dicha afección mental en un tema de consideración para la salud pública de los distintos países, incluyendo Chile.

EN QUÉ CONSISTE LA BIPOLARIDAD

En conversación con el diario, la Dra. Maritza Herrera, jefa de Psiquiatría de Clínica Las Condes, explica que "la bipolaridad se caracteriza por periodos en los que los pensamientos se aceleran, la persona está exaltada, con exceso de energía (...) La persona incluso puede asumir riesgos como compras impulsivas, actividades peligrosas, conducta hipersexualizada o consumo de drogas".

Entre los principales síntomas, destaca "una alteración del estado de ánimo con síntomas afectivos que pueden fluctuar desde un polo depresivo a un polo maníaco o hipomaníaco. Esto quiere decir que el paciente por un lapso de tiempo puede tener síntomas como, por ejemplo, tristeza, pérdida de energía, desmotivación, desesperanza, pensamientos catastróficos, ideas suicidas, alteración del sueño y el apetito".

A su vez, puede existir un "período maníaco o hipomaníaco, en donde típicamente se acelera el pensamiento, el lenguaje, hay un exceso de energía, la persona puede tener insomnio, irritabilidad también, y en casos de manía puede acompañarse de síntomas psicóticos, es decir, hay una pérdida de contacto con la realidad".

DIAGNÓSTICO

Durante la entrevista la Dra. Herrera hace hincapié en que los periodos de crisis también se alternan con períodos de normalidad, siempre y cuando se esté haciendo un buen tratamiento: "Esta condición requiere una valoración oportuna. En algunas ocasiones, esta búsqueda de ayuda debe ser intencionada por un familiar ya que a veces quien la padece no logra hacer un registro de sus síntomas ni dimensiona el riesgo que implica para él o para terceros".

"El diagnóstico se establece por un psiquiatra (...) Mediante un interrogatorio clínico se evalúa el estado del paciente y se realiza el diagnóstico. Es importante que esto sea por un médico psiquiatra porque hay causas médicas de síntomas similares que uno tiene que descartar, por ejemplo, un hipertiroidismo podría generar síntomas tipo maníacos que no serían un cuadro bipolar como tal, sino otro tipo de interacción", complementa.

Asimismo, deja en claro que "no existe una prueba sanguínea como tal que nos ayude a diagnosticar la bipolaridad, la bipolaridad es una enfermedad de diagnóstico clínico".

DÓNDE SE ORIGINA

En relación al origen de este trastorno, la entrevistada plantea que "se presume multicausalidad relacionada con alteraciones bioquímicas a nivel de neurotransmisores, cambios en determinadas áreas del cerebro, carga genética dada por antecedentes familiares, eventos vitales traumáticos, entre otros factores (...) Llama la atención su asociación con la aparición postparto y frecuente aparición de ideas suicidas".

EL TRATAMIENTO

Dentro de un correcto tratamiento para abordar el trastorno bipolar están los denominados estabilizadores de ánimo, entre ellos existen "medicamentos como anticonvulsivantes y antipsicóticos. Además también se realiza un tratamiento psicoterapéutico para el paciente y para su entorno, ya que la familia del paciente debe conocer en qué consiste la enfermedad, cuáles son los síntomas y signos precoces de descompensación para que de esta manera se pueda hacer un apoyo adecuado".

"Existen otras medidas no farmacológicas de consideración, como una adecuada dieta, hacer ejercicio y un adecuado patrón de sueño (...) Esta es una enfermedad que sin un tratamiento adecuado entorpece el adecuado desenvolvimiento del individuo. Por el contrario, observamos en la consulta que con un adecuado diagnóstico y tratamiento podemos ver a nuestros pacientes cosechar logros en los diferentes aspectos de su vida", menciona.

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