El 2024 será un año fundamental en lo que al desarrollo tecnológico, digitalización y acceso a Internet en Chile se refiere. En el tiempo reciente, el país ha crecido de forma acelerada en estos tres aspectos, por lo que no resulta raro que ya se perfilen posibles tendencias de lo que se espera conseguir en estos meses en diferentes ámbitos.
En un entorno en el que la inteligencia artificial, la tecnología 5G, la ciberseguridad y el acceso a la información ya son cosa del día a día, el uso de las nuevas tecnologías, una constante preparación, avances en el ente regulatorio y la colaboración entre los participantes resulta fundamental para un crecimiento que cada vez más se consolida como un hecho inminente.
Aumenta el acceso a la web
Hoy en día, Chile puede presumir de ser un país en el que el acceso a Internet móvil está al alcance de la mayoría de la población. La Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) informó que la penetración de dicho servicio es del 113 por ciento, con 22,5 millones de abonados para septiembre de 2023. Este es el último mes que se consideró en la evaluación, por lo que es altamente probable que el número haya tenido incrementos en los últimos meses.
La Subtel también destaca un incremento del 232 por ciento con respecto al primer semestre de 2022, en la que se registraron las conexiones en red 5G, con ya un estimado de 2.8 millones de dispositivos conectados. Dicho aumento es un contraste con las redes 4G, ya que se redujo el número de 20.3 millones de dispositivos conectados en esta red en el primer semestre de 2022, a un estimado de 18.4 millones de conexiones a mitad del 2023. Un claro ejemplo de que este número seguirá a la baja, en pro de la nueva conectividad.
De acuerdo con los datos registrados hasta septiembre de 2023, la penetración de Internet móvil 3G+4G+5G alcanzó a 112.8 accesos por cada 100 habitantes; los accesos móviles 3G+4G+5G alcanzaron 22.55 millones con un alza de 0,6% en los últimos 12 meses y las conexiones 5G llegaron a 3,144,038 conexiones en ese mismo mes.
Las tendencias que se esperan
Son muchas las proyecciones que se tienen en este panorama. Para empezar, se espera que la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático mejoren, con integraciones más complejas en seguridad pública, finanzas, servicio al cliente, la búsqueda laboral e incluso atención médica. Dentro de estos avances, la integración de la IA en diferentes industrias resultará fundamental, así como la importancia de que se mantenga la ética en este desarrollo tecnológico.
La red 5G continuará siendo prioridad en la expansión, por lo que no resultará extraño que aumente su cobertura, la densidad de la red y que se optimice para que su funcionamiento sea mejor, con lo que se garantizará un servicio de internet más eficiente, rápido y seguro. Y mientras crece la 5G, será inevitable pensar que se seguirá avanzando hacia el desarrollo de la 6G, con realidad virtual y aumentada, si bien se estima que será en la recta final de esta década cuando sea una realidad.
Sobre el aspecto de la seguridad, se espera que se inviertan más recursos, ante la urgencia de cuidar toda la información posible debido a que aumentan el volumen y la importancia de los datos que se envían, por lo que la ciberseguridad toma un rol indispensable y se necesitan los protocolos más complejos y soluciones de seguridad en los que la IA pueda apoyar.
Los impactos esperados
Con un mayor acceso a internet, diferentes industrias ven un panorama alentador. Para empezar, tenemos la de las apuestas y juegos de azar, que vive momentos circunstanciales en materia regulatoria y que por supuesto también espera un importante avance gracias al desarrollo tecnológico.
Después de todo, el porcentaje de hogares con internet fijo llegó a un 65,9% en septiembre de 2023, por lo que se estima que la brecha digital de internet fija alcanza un 34,1 por ciento.
La de Chile es la tercera industria de casinos de América Latina que más ingresa con beneficios cercanos a los 354 millones de dólares, solo por detrás de Brasil (1,3 mil millones de dólares) y México (1,2 mil millones de dólares). Un mercado de los más completos del continente y en el que se espera que el desarrollo crezca con una legislación que está más cerca de definirse.
La industria de las telecomunicaciones también tendrá un desarrollo importante con la integración de diferentes herramientas, como el Edge Computing, que permitirá el procesamiento de datos más efectivo, al hacerlo desde un lugar más cerca en donde se genera. Esto reducirá el uso y la latencia de la banda ancha y permitirá una mejor navegación.
Con los inminentes servicios mejorados de realidad virtual y aumentada, se espera que la industria de las telecomunicaciones brinde dichos servicios con mejoras, con lo que se esperan fuentes de ingresos nuevas y diferentes aplicaciones en pro de los clientes. Bajo esta misma línea, serán perfiladas como plataformas que cuenten con los servicios de IA, con el fin de dar una experiencia personalizada a los consumidores, con un mantenimiento predictivo y soluciones impulsadas por IA.
La Subtel también prevé que la tecnología Blockchain encuentre aplicaciones más extensas y que sean más allá de las criptomonedas, en diferentes áreas como la gestión de la cadena de suministro, la identidad digital y las transacciones seguras. Asimismo, no se debe descartar la posibilidad de que aumenten los avances en vehículos autónomos y vehículos aéreos no tripulados.
Sostenibilidad y colaboraciones
Las telecomunicaciones verdes continuarán al alza, con más inversiones en infraestructuras eficientes en materia energética y políticas de sostenibilidad, sobre todo con fuentes de energía que sean renovables y con el fin de que la huella de carbono de cada tarea y acción sea menor a la que existe actualmente.
Para este y otros desarrollos, podrán existir mayores fusiones, compras y asociaciones en el mundo de las empresas para expandirse, analizar diferentes mercados y compartir los gastos en la implementación de las tecnologías más recientes.
Asimismo, los servicios de Internet satelital crecerán con un acceso a internet en alta velocidad para las áreas más remotas, sin dejar de lado que las redes terrestres continuarán como una de las principales características.