En agosto del 2012, un grupo de vecinos de Rere, localidad distante 18 kilómetros de Yumbel, que decidieron organizarse para empujar un anhelo muy esperado pero postergado por demasiado tiempo: la pavimentación del camino.
Es que la falta de una vía expedita de comunicación terrestre ha frenado el desarrollo de la localidad que surgió en los albores de la conquista española del territorio. Fundada en 1586 bajo el nombre de Villa de Nuestra Señora de Buena Esperanza de Rere por el gobernador Alonso de Sotomayor, es uno de los emplazamientos más antiguos de la provincia de Biobío.
Sus tres campanas, la torre campanario, la tumba del padre Juan Pedro Mayoral y el ejemplar de palma chilena son parte del denominado Conjunto Jesuita, que tiene la categoría de monumento histórico nacional.
Sin embargo, las dificultades de acceso por el mal estado del camino han impedido que los atractivos y tradiciones puedan ser conocidos y disfrutados por los visitantes.
Por eso, en la cita de agosto de 2012 hubo una masiva participación. "Se llenó la sede, vino gente de todos los sectores y como era un llamado abierto, llegaron autoridades de todo nivel. Y ahí comenzó todo", recuerda Loreto Bermedo, una de las convocantes.
Pronto se organizó un comité que, a partir de su personalidad jurídica, comenzó a hacer gestiones a todo nivel para sacar adelante el camino.
El año pasado fueron informados que - ¡por fin!- se pavimentarían los 17 kilómetros entre Rere y Yumbel. En diciembre pasado, se realizó un acto simbólico a la entrada de Rere y se instaló una placa con las manos marcadas en el cemento del alcalde y otros "para dejar huella del compromiso de trabajar todos juntos para lograr el objetivo".
Aunque en las últimas semanas hubo versiones de que el proyecto de pavimentación se atrasaría, el director regional de Vialidad, Juan Carlos Oviedo, confirmó que las obras debieran iniciarse a mediados de año.
La autoridad recordó las diversas reuniones con la comunidad que venían demandando priorizar la pavimentación de ese camino, las cuales ahora se están haciendo realidad, con una inversión que supera los 8 mil millones de pesos. "Es una necesidad prioritaria de los vecinos que ellos están demandando hace tiempo", comentó.
Oviedo contó que mientras está culminando el proceso de expropiaciones, se barajan las ofertas de dos empresas interesadas en la ejecución de las obras, lo cual debiera resolverse en los próximos dos meses. A continuación, las faenas propiamente tales comenzarían a mediados de año.
Los trabajos contemplan las obras de arte, el revestimiento de cunetas, la construcción de fosos para evacuación de las aguas lluvias, además del levantamiento del terraplén con material. Luego, se aplicará una base y finalmente un sello asfáltico.
"Vamos a tener un buen camino que cambiará la calidad de vida a los habitantes, sin duda. Se van mejorar los tiempos de traslado. Mejorará la plusvalía de los terrenos", destacó la autoridad regional de Vialidad.