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Conmoción en el mundo deportivo local: Falleció Edmundo "El Cachuma" Valencia

La familia comunicó que su velatorio será en la parroquia Sagrada Familia de calle Marconi 710 en la ciudad de Los Ángeles.

Edmundo Valencia cuando jugaba para Deportes Iberia, La Tribuna
Edmundo Valencia cuando jugaba para Deportes Iberia / FUENTE: La Tribuna

Edmundo Valencia Paredes, también conocido como "El Cachuma", fue parte de la historia deportiva de Los Ángeles, una verdadera leyenda que dejó de existir cerca de las 14 horas de este sábado 12 de octubre.

Su deceso, a los 82 años, causa profundo pesar en el mundo deportivo local debido a que Valencia tuvo exitosas incursiones en dos disciplinas: como jugador de fútbol y entrenador de básquetbol.

Nacido en Los Ángeles el 24 de noviembre de 1941, en 1964 cuando se integró al Club de Deportes Los Angeles donde destacó como un hábil y potente puntero derecho que después continuó su carrera en Iberia hasta 1974. Sin embargo, las sucesivas lesiones le aconsejaron colgar los chuteadores.

Años después, acicateado por mujer, Mónica Meza, una destacada jugadora de básquetbol, incursionó como entrenador en esa disciplina. En una época en que todo se hacía a pulso, con ganas, empuje y uno que otro apoyo por aquí y por allá, logró que Los Ángeles destacara en el baloncesto, a mediados de los ’80.

Valencia era el propietario de la botillería "El Racimo", ubicada por calle Ercilla, entre Colo Colo y Lautaro, una de las más tradicionales de la ciudad.

El mismo contaría que ese negocio lo inició después de retirarse del futbol, gracias al apoyo de su padrino, dueño de otro local muy tradicional: El Parrón, que está por calle Eleuterio Ramírez. De "El Parrón" salió "El Racimo". He ahí el nombre.

Sin embargo, Valencia también recordaría que cuando abrió las puertas a público, a las 9 de la mañana de un 10 de mayo de 1975, un fuerte temblor sacudió la ciudad. Pensó lo peor: las botellas se golpeaban entre sí, se zarandeaban en los estantes y amenazaban con caerse en cualquier momento.

Creo que podía perderlo todo por un movimiento telúrico. Sin embargo, el temblor pasó, las botellas siguieron en su sitio y Edmundo Valencia continuó con su negocio. Un incendio ocurrido hace unos años pareció poner fin al negocio pero Edmundo Valencia lo recuperó y siguió adelante, siempre en el mismo lugar y atendido por su propio dueño.

La familia comunicó que su velatorio será en la parroquia Sagrada Familia de calle Marconi 710 en la ciudad de Los Ángeles. Su funeral será avisado de manera oportuna.




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