Desarrollo

Amilivi: 28 años promoviendo la inclusión de personas con discapacidad visual

En el marco del día Mundial del Bastón Blanco, la agrupación expuso el trabajo de apoyo en el territorio para propiciar el desarrollo social de las personas ciegas.

Amilivi, Amilivi
Amilivi / FUENTE: Amilivi

En 1996, en la ciudad de Los Ángeles, se fundó "Amilivi", acrónimo de "Amigos del Limitado Visual". Este centro de rehabilitación sin fines de lucro se dedica a la atención integral de personas con discapacidad visual, tanto ciegas como de baja visión.

Amilivi trabaja en conjunto con la Municipalidad de Los Ángeles bajo el alero del "Centro de Rehabilitación para Personas con Discapacidad Visual y de Baja Visión". Su objetivo es integrar a las personas con discapacidad visual, facilitando su participación en diversas actividades de interés común.

La institución nació el 26 de marzo, impulsada por una persona ciega que buscaba crear un espacio de encuentro y apoyo entre pares. Inicialmente, el centro estaba compuesto mayormente por personas mayores, pero con el tiempo, más jóvenes se integraron, lo que llevó a la expansión de sus áreas de trabajo. De enfocarse únicamente en la rehabilitación, Amilivi pasó a ofrecer programas de inserción laboral y nivelación de estudios.

"En el futuro esperamos seguir incrementando el número de personas rehabilitadas, que ya supera las 200 en estos 28 años. Actualmente, tenemos una matrícula de 32 alumnos, desde estimulación temprana", comentó Lorena Chocano Arias, directora del Área de Rehabilitación, Educación y Trabajo.

La misión de Amilivi es proporcionar a sus beneficiarios las herramientas necesarias para que puedan enfrentar la vida de manera autónoma y formular sus propias metas. La institución ofrece la oportunidad de participar en talleres y capacitaciones que promueven la independencia personal.

"Actualmente se dictan cursos de microemprendimiento, computación, braille, teatro, artesanía, música y folclore, además de apoyo en la nivelación de estudios y preparación para el acceso a la educación superior. También se enseña el uso del bastón en el curso de orientación y movilidad, un trabajo silencioso pero fructífero", agregó Chocano.

LA IMPORTANCIA DEL BASTÓN BLANCO

Gracias al apoyo de Amilivi, el uso del bastón blanco se ha extendido en la ciudad de Los Ángeles, siendo común ver a personas con discapacidad visual desplazándose de manera independiente por calles, avenidas, paseos públicos y centros comerciales.

Ese sonido característico que produce el bastón al tocar el suelo permite que los demás lo reconozcan, mientras que para las personas con discapacidad visual significa independencia, permitiéndoles moverse sin la necesidad de un guía o de quedarse en casa, como solía ocurrir en años anteriores.

El 15 de octubre se conmemoró el Día Mundial del Bastón Blanco, que busca concientizar sobre los derechos y deberes de las personas con discapacidad visual, reafirmando valores como la igualdad, equidad y dignidad. El bastón blanco facilita el desplazamiento independiente, y su uso es enseñado en los programas de orientación y movilidad que forman parte del proceso de educación y rehabilitación.

"Este día también ofrece una plataforma pública, tanto a nivel nacional como internacional, para que las personas con discapacidad visual expresen sus sentimientos, anhelos y sueños respecto a la vida", sostuvo Chocano.

La concientización de que todos somos diversos y únicos ha llevado a que las personas con discapacidad visual dejen de ser vistas como "deficientes" y sean reconocidas como individuos con ideales y sueños propios, valorados y respetados.

"En esta ocasión, se realizó una intervención comunitaria en la que participaron autoridades locales, el Servicio de Salud y la comunidad de Los Ángeles, quienes recorrieron el 'Camino de los Sentidos' y visitaron las instalaciones de Amilivi, observando las actividades de rehabilitación en todas sus áreas", explicó.

La educación y rehabilitación en Amilivi tienen como meta principal lograr la mayor independencia posible para sus beneficiarios, abarcando aspectos sociales, afectivos, educativos y políticos.

"La capacidad de una persona ciega o con baja visión para desplazarse por las calles depende de un aprendizaje integral, que involucra la confianza brindada por su familia y el apoyo de las personas con quienes se cruza en el camino. Todos somos parte de esta inclusión, ya sea ofreciendo ayuda, conduciendo con cautela o simplemente reconociendo que ellos también pueden", concluyó Chocano.

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