Economía

Cristián Larroulet en Los Ángeles: "La construcción es rápida para reactivar la economía y satisfacer necesidades sociales"

El ex secretario de Estado, que estuvo en la zona invitado por la Cámara Chilena de la Construcción, advirtió que los tiempos de espera para realizar proyectos de inversión son demasiado extensos, por lo que llamó a seguir el ejemplo de otros países.

Según el ex ministro del Presidente Sebastián Piñera, se puede mejorar la economía del país defendiendo al medioambiente, aunque sin trabar el progreso. , La Tribuna
Según el ex ministro del Presidente Sebastián Piñera, se puede mejorar la economía del país defendiendo al medioambiente, aunque sin trabar el progreso. / FUENTE: La Tribuna

Invitado por la Cámara Chilena de la Construcción de Los Ángeles, el economista, académico y exministro del presidente Sebastián Piñera, Cristián Larroulet, sostuvo una reunión con representantes del sector en la zona.

En entrevista con Diario La Tribuna y Radio San Cristóbal, Larroulet explicó los impactos económicos que ha sufrido el país en los últimos años, lo que ha ocasionado una menor inversión en el rubro de la construcción y, por ende, una menor disponibilidad de viviendas. Sin embargo, adelantó que el manejo de la inflación por parte del Banco Central podría ayudar a revertir esta situación.

En relación con los tiempos de espera en proyectos de desarrollo en distintos sectores de la economía nacional, incluyendo las actividades silvoagropecuarias, el exsecretario de Estado llamó a trabajar de manera conjunta para aprovechar el potencial existente.

Destacó también la importancia del sector de la construcción y su capacidad de reactivar la economía del país, no solo mediante la creación de empleos, sino también a través del aumento en la disponibilidad de viviendas.

—Considerando el estado actual de la economía, con una débil inversión que lleva una década en descenso en el sector de la construcción, ¿qué refleja esto?

Significa que hay una menor disponibilidad de viviendas y de obras públicas en general. La vivienda genera mucho empleo, por lo tanto, también afecta la calidad de vida de las personas. Detrás de la caída en la inversión, un factor decisivo fueron los retiros de los fondos de pensiones hace algunos años, que produjeron un menor nivel de ahorro y elevaron la tasa de interés. Cuando la tasa de interés es más alta, hay menos inversión.

Venimos saliendo de un periodo de mucha convulsión económica debido a la caída en la producción y la inversión, producto de la pandemia. El mundo entero tuvo que confinarse, lo que disminuyó la actividad económica, afectando la inversión. Las políticas implementadas para salir de esa situación provocaron un mayor nivel de inflación, que afortunadamente se ha corregido gracias al trabajo del Banco Central y un sistema fiscal adecuado. La parte negativa es que se afectó la inversión.

Hoy tenemos una buena noticia: la receta aplicada por el Banco Central está surtiendo efecto. La inflación ha bajado, no completamente, pero hacia finales de este año estaremos cerca de la meta, y con certeza a fines del próximo año ya habremos alcanzado ese objetivo. Esto nos da un horizonte de recuperación de la inversión en el futuro.

El tercer factor, en mi opinión, es que ha habido políticas que no han colaborado con la inversión. Un ejemplo clave para el sector de la construcción es la permisología, que tiene muchos proyectos paralizados.

-Respecto a la permisología, ¿cómo evalúa los tiempos de espera para las inversiones en Chile, incluyendo el sector silvoagropecuario?

La permisología es una de las cuestiones más preocupantes. El deterioro de las oportunidades es enorme. Cuando hablamos de proyectos que se demoran cinco, diez, y hasta doce años, es incomprensible. He visto que el Gobierno ha planteado una solución, pero no estoy tan convencido de que no sea necesario hacer más. El Gobierno propone reducir en un tercio las demoras en los tiempos, pero me parece que un tercio es insuficiente.

Si hago comparaciones internacionales, en países como Australia, Nueva Zelanda o Italia, los tiempos de espera son mucho menores. Me parece que el Gobierno debe trabajar más en este tema, y también el sector privado puede aportar muchísimo.

—Hoy, diversas normativas, como las de emisiones en maquinarias para respetar las normas medioambientales alineadas con los países desarrollados, restringen y dificultan la producción. ¿Cómo se debería abordar esta situación considerando la necesidad de crecimiento económico?

Reducir los permisos no tiene que ver con incumplir los objetivos de una política o con permitir actividades económicas que impacten negativamente, especialmente al medioambiente. Como dice esa frase: "se puede caminar y masticar chicle al mismo tiempo". Aquí también se puede defender el medioambiente y, al mismo tiempo, reducir los permisos que no tienen ninguna justificación racional en términos de demora.

En la región del Biobío, los tiempos de espera en el Sistema de Evaluación Ambiental durante los últimos dos años son aproximadamente un 33% mayores que el promedio de Chile. ¿Hay alguna razón para eso? No hay ninguna razón válida. Este problema debemos atacarlo con fuerza, decisión y convencimiento. Necesitamos inversión, que significa más salarios y más producción.

-¿Cómo contribuye la construcción a la recuperación económica, considerando los factores que menciona?

La construcción tiene varias características que la hacen bastante única. Primero, si se tiene un sector que necesita reactivación, como la construcción de viviendas, por ejemplo, es muy rápida para reaccionar y generar posibilidades de empleo. Además, satisface una necesidad social muy demandada por la ciudadanía, lo que genera un mejor ambiente económico y social.

Los países no son solo números fríos, también son calidad de vida para las comunidades y las familias, y la vivienda contribuye significativamente en ese sentido. El otro componente de la construcción son las obras de infraestructura, que son muy intensivas en la generación de mano de obra, permiten una recuperación más rápida de la economía y mejoran la calidad de vida, ya sea por el empleo que generan o por el impacto positivo en el entorno.




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