A una pena 25 años de cárcel se expone Brandon Burgos, quien fuera encontrado culpable de ser el autor material de los disparos que le quitaron la vida a un joven de 19 años y dejaron con lesiones de gravedad a otro hombre, hecho ocurrido en febrero de 2022 en el sector sur de Los Ángeles.
En un primer juicio oral realizado en noviembre del año pasado, el Tribunal de Garantía absolvió a Burgos por falta de pruebas. Sin embargo, el Ministerio Público consiguió anular el juicio en la Corte de Apelaciones, realizar uno nuevo y lograr, de manera unánime, un fallo condenatorio.
Se espera que la próxima semana se programe la fecha para la lectura de sentencia, ocasión en la que el condenado podría verse expuesto a 25 años de privación de libertad. Sin embargo, le queda el recurso de pedir la anulación del juicio en los tribunales de alzada.
La familia de Sebastián Seguel Espinoza, quien fuera la víctima fatal, valoró el dictamen de la justicia y destacó el rol del fiscal Jorge Sandoval durante el juicio oral para conseguir un fallo favorable.
MINISTERIO PÚBLICO
La fiscal jefe de la región del Biobío, Marcela Cartagena, destacó que durante el juicio se acreditaron que las víctimas "fueron acribilladas por el acusado. En esas circunstancias fallece una de las víctimas, y la otra queda con grave daño a su persona, no obstante quedó vivo".
Al abordar los delitos por los cuales se condenó a Brandon Burgos, la persecutora explicó que "el acusado ha sido condenado por dos delitos de homicidio calificado, la calificante es la alevosía (...) sobre todo en cuanto al actuar sobre seguro que tuvo el autor al disparar muchas veces en contra de las víctimas, asegurando el resultado final".
Marcela Cartagena reconoció que el caso se complicó porque los testigos presenciales del crimen fueron víctimas de amedrentamientos y amenazas para evitar que prestaran declaración frente al juicio. Además, quienes aportaron en primera instancia antecedentes respecto del asesinato, luego retiraron su relato producto del temor a posibles represalias.
"Las circunstancias que rodean a este homicidio tienen que ver con la delincuencia que se comete en Los Ángeles desde cierto tiempo a la fecha, lo que trae consecuencias o circunstancias que dificultan la investigación, con personas amedrentadas no quieren ser testigos, y personas que dan su testimonio luego lo retiren. Esas cosas afectan razonablemente la decisión de los jueces".
Por lo mismo, sostuvo que "el Ministerio Público ha ido buscando distintas estrategias como para enfrentarse a este tipo de circunstancias de manera distinta y obtener, como ejemplo, un resultado como este que sabemos que, en algo, mitiga y hace justicia a quienes perdieron a su familiar, y a la otra persona que quedó gravemente afectada".
EL CRIMEN
El asesinato se registró en la tarde del 6 de febrero de 2022 cuando Sebastián Seguel y un amigo se trasladaron en automóvil rojo marca Toyota modelo Tercel hasta la población Chile Barrio, en la zona sur de la ciudad, para visitar a unos amigos. Sin embargo, cerca de las 17 horas, cuando ambos caminaban hacia el vehículo después de hacer una parada para comprar completos, fueron atacados a disparos por un solitario pistolero.
A la víctima fatal le descerrajaron nueve impactos de bala en distintas partes del cuerpo, mientras que su acompañante fue alcanzado por los disparos, quedando con lesiones graves que le dejaron tetrapléjico.
En el relato de sus amigos y testigos del hecho, que es parte de la carpeta investigativa, se indica que apareció un vehículo donde venía el "Brandon", el cual les grita por la ventana a Sebastián: "¡Te voy a matar hijo de perra!".
Un documento, al cual tuvo accedo diario La Tribuna, se precisa que pese a las amenazas, Sebastián Seguel y Carlos Corzo las desestimaron y se dirigieron a un local a comprar unos completos del barrio. Sin embargo, esta vez apareció otro vehículo "cuya placa patente se desconoce en donde "Brandon" habría comenzado a disparar a sangre fría y sin provocación alguna a Sebastián, dándole muerte en dichas inmediaciones de forma inmediata".
Aunque Carlos Corzo evitó algunos disparos "recibió otros en su columna vertebral, quedando tirado en el piso, consciente, justo en dirección a donde disparaban a Sebastián, pudiendo ver toda la escena del crimen que ahí se estaba perpetrando".
