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El domingo 28 de julio, millones de venezolanos acudieron a votar por el próximo presidente de la nación. Las elecciones estuvieron marcadas por opciones: el continuismo del chavismo, con 25 años en el poder, y el cambio representado por la coalición partidos por la democracia. Los comicios contaron con una participación masiva, pero, luego de casi cuatro días (01.08.24), aún no se publican las actas de votación, ni la totalidad de los resultados.
El organismo electoral (CNE) se limitó a proclamar a Nicolás Maduro como "ganador", sin presentar ninguna documentación verificable. Todo esto ha llevado a indicios de fraude del proceso electoral. Desde el mismo lunes, miles de venezolanos han protestado en las principales ciudades del país, exigiendo la publicación de las actas electorales. Igualmente, la comunidad internacional ha declarado la necesidad de conocer de forma transparente las actas de cada una de las mesas de votación.
Las únicas dos organizaciones acreditadas por el CNE como observadores, el Carter Center y la OEA, han comunicado sus serias reservas de los resultados. El Carter Center, especialmente invitado por el CNE y elogiado por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, publicó un informe en el que concluye que el proceso no siguió "estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerado democrático". Incluso, organizaciones de izquierda, como el partido comunista de Venezuela (PCV) y la Internacional Socialista han demando transparencia ante un "posible" fraude.
En este sentido, la oposición democrática, liderada por María Corina Machado, ha publicado en la web más del 70% de las actas, que pueden cotejarse con el número de cada mesa electoral, y evidencian que Edmundo González obtuvo una votación mayoritaria, por una diferencia importante. A la par, otros candidatos y partidos, de diversos sectores políticos, han emplazado al CNE a compartir las actas.
Por su parte, el régimen chavista ha apuntado en dos líneas: desviar la atención con otras narrativas, y violencia y represión. El fiscal general Tarek William Saab señaló que el sistema del CNE fue hackeado desde Macedonia del Norte, lo que fue desmentido por ese país, que además exige pruebas. Mientras que, el ministro de Defensa habló de "golpe de estado" e "imperialismo", sin mencionar las acciones de grupos armados chavistas desde la noche del domingo.
Paralelamente, las protestas pacíficas han sido reprimidas violentamente, causando 16 muertes, más de 1000 detenciones, secuestros de personas y operativos policiales en barrios populares. El representante de la ONU, Volker Türk, declaró su preocupación por el respeto a los derechos humanos en las protestas ciudadanas, y ONGs (Provea, Foro Penal) han documentado violaciones de DD. HH.
La situación venezolana ha causada preocupación en la región. Las relaciones entre Chile y Venezuela se encuentran rotas, luego del llamado chileno a conocer resultados transparentes. El tema ha sido motivo de angustia, tanto por el problema de la violencia y de la democracia en Venezuela como por una eventual ola migratoria masiva. En suma, los venezolanos han reclamado las actas, pero el régimen chavista solo ha mostrado las armas.
Dr. Froilán Ramos Rodríguez
Académico del Departamento de Historia UCSC
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